Mérida, Yuc., Al presentar el Programa Integral de Energía para la península de Yucatán, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que con la instrumentación de varias obras se pretende eliminar el riesgo de apagones en esta región, caracterizada por su dinamismo económico y crecimiento de 3.9 por ciento anual. Sin embargo, admitió que por el abandono en que se dejó al sector energético no vamos a poder ser autosuficientes en el corto ni en el mediano plazo, por lo que se deberá importar gas.

Ante centenares de trabajadores electricistas que celebraron ruidosamente la promesa presidencial de revisar sus condiciones de jubilación –recientemente modificadas para ampliar los años de trabajo para retirarse–, describió el viraje que ha tenido la estrategia tanto para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como para Petróleos Mexicanos, a fin de revertir las condiciones en que se heredaron: Ya está aumentando la producción de petróleo, ya rescatamos, lo puedo decir, a Pemex del fracaso de la bancarrota.

En un acto efectuado en la termoeléctrica de Mérida, el gobernador Mauricio Vila destacó el carácter estratégico para la entidad de tener acceso al gas natural, porque potenciará su crecimiento económico, que en la actualidad es de 2.4 por ciento, con la llegada de grandes empresas: Es un parteaguas para Yucatán, que será un antes y un después de la llegada del gas natural.

Con inversión privada y federal, se anunciaron los proyectos integrados en la estrategia de energía: la construcción por la empresa Engie de 158 kilómetros del ducto Cuxtal 2, que correrá de Valladolid a Cancún (la víspera, en Chiapas se anunció la primera fase en el tramo Cactus-Mayakan) y el incremento de la capacidad de transporte del gasoducto Mayakan para duplicar su potencial a 500 millones de pies cúbicos diarios. Además, López Obrador anunció dos nuevas plantas termoeléctricas en Cancún y Mérida: Con esto alejamos el riesgo de apagones y vamos a poder mantener precios justos, razonables, en la energía eléctrica.

Vila se había quejado del elevado costo de la electricidad en la península, que reducía la competitividad para captar inversiones.

No quiero decir algo que no pueda cumplir, señaló López Obrador, pero podemos decir que lo mínimo es que no va a aumentar en términos reales la tarifa de energía eléctrica. Eso lo puedo garantizar: no va a haber aumento. Y una vez que ya tengamos las plantas, vamos a bajar los costos de producción y a analizar con realismo la posibilidad de bajar el precio de la energía eléctrica en la península de Yucatán.

Irónico, censuró la política de abandono que se siguió con la CFE, mientras el lema publicitario presumía que se trataba de una empresa de clase mundial. Tras destacar que el elemento más importante son sus trabajadores, ofreció analizar opciones en la revisión del contrato colectivo para revertir los recientes cambios que se introdujeron al documento, que elevaron de 55 a 65 años la edad mínima para jubilarse y de 30 a 40 años el periodo mínimo de trabajo para obtenerla. Se va a revisar lo que se hizo mal. No por culpa de los dirigentes, sino eran las circunstancias, se pusieron los dirigentes muy suavecitos porque les apretaban mucho.