Con el fin de abatir las altas tasas de analfabetismo que enfrenta la población sorda en México se desarrolló el Programa Alas, que mediante imágenes y videos busca alfabetizar a niños y adolescentes con discapacidad auditiva, quienes en muchos casos son ajenos no sólo al mundo de los sonidos, también al de la palabra escrita, por lo que no pueden acceder a toda la riqueza de la cultura universal, afirmó Marco Antonio Rodríguez Revoredo, investigador de la Universidad Veracruzana y creador del proyecto.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 51.1 por ciento de los 7.7 millones de mexicanos que viven con alguna discapacidad se encuentra en rezago educativo; es decir, no ha logrado concluir su educación básica. Muchas veces, afirma el especialista, los menores sordos son inscritos en la escuela primaria, pero egresan sin saber leer ni escribir, lo que los mantiene aislados del conocimiento, como en era medieval.

Por ello, destacó que con el apoyo del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE) se lanzó el Programa Alas-ILCE. Alfabetizar a los Sordomudos, para que padres de familia y docentes puedan acceder a material pedagógico e interactivo de enseñanza de la lec-tura y escritura del español en la población con discapacidad auditiva, la que se estima afecta a por lo menos 2 millones de mexicanos.

La mayoría de los niños y jóvenes discapacitados auditivos son analfabetas, enfatiza el ILCE, y así permanecerán el resto de sus vidas si el sistema educativo no desarrolla acciones efectivas de inclusión, por lo que realizará un curso/taller en línea del 23 de mayo al 20 de junio, en cinco sesiones, que difundirá el Programa Alas en todo el sistema educativo nacional. Las inscripciones iniciarán el 20 de abril.

Al respecto, Rodríguez Revoredo destacó que la plataforma (www.alas.uv.mx) está diseñada para que el alumno sordo aprenda por sí mismo. No obstante, sí requiere del apoyo de alguien que sepa leer y escribir para que lo oriente en sus primeros pasos, como acceder al equipo de cómputo o tableta, por lo que es muy importante que los maestros y padres se sumen a este esfuerzo.

Agregó que si bien el programa pretende ser gratuito, estamos buscando padrinazgos para cada niño sordo, con un costo de 100 pesos mensuales por conexión a la plataforma, donde se puede interactuar con todos los contenidos, pues la idea es obtener el financiamiento para seguir con una segunda etapa. Hasta ahora contamos con un vocabulario de 600 palabras y queremos avanzar hacia la comprensión de lectura, lo que implicará trabajar miles de imágenes y videos.

Los contenidos, explicó, están diseñados para niños de cinco años de edad en adelante y es posible aplicarlo en las aulas de escuelas públicas, pues se ofrece material didáctico para los educadores, aunque no dominen el lenguaje de señas.