Viernes 31 de enero de 2020, p. 7
Eliades Ochoa y sus seis músicos hicieron mágica la noche del miércoles en el teatro Metropólitan.
El son cubano transformó los ánimos de los presentes y propició un ambiente festivo en el recinto del Centro Histórico, donde el galardonado cantautor y guitarrista fue ovacionado desde el momento en que pisó el escenario hasta cuando dio por terminado el concierto.
Les doy mil gracias por venir y tener un poco de su tiempo libre para oír música cubana y nos vuelvan a traer aquí
, expresó el compositor con la alegría que lo caracteriza.
Los aplausos y peticiones de sus seguidores brotaron desde el fondo del corazón. Los fans se resistían a que terminara la segunda presentación en México del considerado estrella del Buena Vista Social Club y líder del Cuarteto Patria.
En los primeros acordes parecía una tímida fiesta, pero poco a poco los ritmos se adentraron en los cuerpos de los presentes, en los que se adivinaba un gran regocijo. Aunque algunas canciones fueron reversionadas
, causaron el mismo efecto. No faltaron Chan Chan, El cuarto de Tula, Como la nube se impone al Sol (tema de Agustín Lara adaptado al son por Ochoa y Pablo Milanés) y María Cristina.
Hora de la complacencia
Los asistentes pidieron a gritos, desde distintos puntos del foro, las canciones de su preferencia. Eliades Ochoa sólo disfrutaba y concedía. El respetable tampoco olvidó las aportaciones del músico en la guajira, la guaracha y el bolero. Se percibía que quería que continuara la fiesta para así prolongar la algarabía a manera de sedante ante la realidad.
El cubano ofreció joyas de su repertorio pasado y de la actual producción Vamos a bailar un son, que también presentó, hace unos días, en Mérida, Yucatán.
A la voz de Eliades Ochoa y al sonido de su inseparable guitarra se sumaron las notas provenientes de las trompetas, las maracas, el piano y las percusiones. No hicieron falta una gran orquesta ni una ostentosa producción, porque la música imperó y tomó el recinto que estuvo a la mitad de su capacidad.
Marco Antonio Fernández, piano; Eglis Ochoa Hidalgo, coros y maracas; José Ángel Martínez, bajo; Raony Sánchez y Reinaldo Orestes, trompetas, y Jorge Naturell Romero, en las percusiones, se unieron a la pasión de Eliades Ochoa por la música.