Los tres fugados el miércoles del Reclusorio Preventivo Varonil Sur, lo hicieron en una camioneta del Sistema Penitenciario que trasladó a un interno al Hospital Rubén Leñero, tras descender metro y medio, cortar unos barrotes y una malla ciclónica, y subir una barda, informó la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez. Por estos hechos, ocho custodios se encuentran detenidos, de los cuales tres confesaron su participación en la evasión, según datos de la Fiscalía General de Justicia.

Hazael Ruiz Ortega, subsecretario del Sistema Penitenciario, se trasladó ayer al penal para solicitar la renuncia del director, Omar Tonatiuh Zamora Mendoza, y del encargado de seguridad y custodia, Óscar Labastida Galván, aunque todos los servidores públicos estamos bajo investigación, dijo.

No vamos a tolerar simulaciones, corrupción, ni se hacen pactos con grupos mafiosos, afirmó la funcionaria al presentar las imágenes y videos de cómo salieron Víctor Manuel Félix Beltrán, Luis Fernando Meza González y Yael Ozuna Navarro, con el apoyo de custodios del segundo turno.

Ulises Lara, vocero de la Fiscalía General de Justicia (FGJ), informó que los tres funcionarios penitenciarios serán llamados a declarar, como han hecho 22 servidores públicos de todos los niveles, pues no se descarta la participación de más personas, y en breve se ejecutarán varias órdenes de aprehensión.

La FGJ abrió carpetas de investigación por evasión de reos y por cohecho contra ocho custodios, quienes intentaron sobornar a sus compañeros del tercer turno para no denunciar la fuga, quienes fueron puestos a disposición del Ministerio Público y estarán en prisión preventiva.

Además, se revisa una posible manipulación de las cámaras de seguridad dentro del centro y las redes y contactos que tenían los evadidos, señaló, al comentar que aún no se definen las medidas de protección para el interno que iba con ellos, porque puede pasar de testigo a imputado.

En conferencia de prensa en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, la secretaria de Gobierno presentó algunas imágenes de las cámaras de videovigilancia del interior del reclusorio, donde se observa que los reos –dos presuntos integrantes del cártel de Sinaloa– tuvieron más de ocho horas para huir.

De las 21 horas del 28 de enero a la una de la madrugada del día siguiente se detectaron movimientos en las zonas 1 y 2 de ingreso de al menos cinco custodios y tres internos, situación irregular, y en la revisión física se detectó que las esclusas que comunicaban sus celdas estaban abiertas y sin candados.

Con ello tuvieron acceso libre a cinco dormitorios después del número siete y quitaron los barrotes para los siguientes, a fin de llegar al área común. Después cortaron una malla ciclónica y descendieron metro y medio a una segunda área común, indicó.

Con cizallas cortaron la malla ciclónica para acceder a la planta baja, recorrieron un tramo de aproximadamente 20 metros y con una escalera alcanzaron la parte superior del muro perimetral del reclusorio, para descender en el cinturón interno donde están los vehículos.

A las 5:50 horas salió la camioneta sin cumplirse el protocolo de revisión por los custodios responsables de la aduana de vehículos, el cual consiste en explorar abajo de la cabina y dentro de la caja y cabina de traslado, así como el registro de la bitácora de ingreso y egreso.

La camioneta, que tenía autorización de trasladar a un reo, circuló sobre Viaducto Tlalpan, División del Norte, 20 de Noviembre, Izazaga, Eje Central, avenida Hidalgo, Puente de Alvarado, San Cosme y Técnico Industrial hasta el Hospital Rubén Leñero, de acuerdo con la ruta presentada en los videos.

Sin embargo, la autoridad penitenciaria tuvo conocimiento de los hechos hasta las 8 de la mañana del miércoles, pues los pases de lista previos, a las 19:30 y 7:45 horas, fueron sin novedad. A partir de ese momento se inició el seguimiento por las cámaras del C5 del vehículo, sin que se tenga imagen del momento en que presumiblemente lo abandonaron. La camioneta y el interno regresaron al penal, precisó.

Ayer surgieron versiones de que los fugados iban en una avioneta que se desplomó el pasado miércoles en la serranía del municipio de Río Verde, San Luis Potosí; sin embargo, fuentes del gobierno capitalino señalaron que no se confirmó la supuesta relación entre ambos hechos; incluso la Fiscalía General de la República, que investiga la caída de la aeronave, manifestó que se siguen otras líneas en la indagatoria.

En tanto, se informó que personal de la dependencia federal acudió al Reclusorio Sur como parte de la investigación que inició por la fuga de los presos relacionados con el cártel de Sinaloa.