La austeridad y las rifas llegaron al Partido Revolucionario Institucional (PRI) para tratar de afrontar sus menguadas finanzas y el pago de una deuda bancaria cercana a 300 millones de pesos .

Durante la 64 sesión ordinaria del Consejo Político Nacional (CPN) priísta, a la cual sólo asistió uno de los 12 gobernadores emanados de sus filas, Alejandro Murat, de Oaxaca, la comisión de presupuesto informó que para este año el partido tendrá 42.2 por ciento menos de recursos que en 2018.

El tricolor empezó 2019 con déficit, por lo cual contrajo la citada deuda bancaria de 286.4 millones de pesos para financiarse.

Otra de las propuestas avaladas por los consejeros fue explorar con el Instituto Nacional Electoral la posibilidad de domiciliar el pago de cuotas partidistas, para asegurar el cumplimiento de los militantes, y volver a la organización de espectáculos y eventos deportivos como vía para recaudar fondos.

En este panorama, Alejandro Moreno, presidente del PRI, dijo que resulta inadmisible que desde el poder se intente debilitar a los institutos políticos. Parece que la idea de algunos es paralizar y luego debilitar a los partidos por la vía de la inanición financiera, aseveró.

Cabe recordar que el financiamiento público a los partidos no es asignado por el gobierno, sino por el INE, con base en la votación obtenida por cada fuerza política; en la contienda federal de 2018 el PRI quedó en tercer sitio.

En el cierre de la sesión, Moreno señaló que la dirigencia que encabeza no obedece a ningún presidente de la República, ni presente ni pasado .

Las porras y la batucada de algunos contingentes llevados al auditorio Plutarco Elías Calles contrastaron con los rostros serios de los integrantes del podio.