Pone fin a la pesadilla del NAFTA
Celebra como triunfo personal el acuerdo comercial más justo jamás logrado
// Elogia la construcción del muro en la frontera con México, uno de los tres países socios // Los legisladores demócratas no fueron invitados a la ceremonia
Jueves 30 de enero de 2020, p. 3
Nueva York. En el contexto del juicio político que se sigue en su contra, el presidente Donald Trump promulgó en ley el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) este miércoles en la Casa Blanca, y festejó el hecho como un triunfo colosal
que, a pesar de ser un logro bipartidista, lo atribuyó a sí mismo y a su partido (no invitó a los demócratas a la firma), y al mismo tiempo elogió la construcción de un muro fronterizo entre dos de los tres países socios.
“Hoy estamos poniendo fin a la pesadilla del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) y promulgando en ley el nuevo Acuerdo Estados Unidos-México-Canada… El USMCA (por sus siglas en inglés) es el acuerdo de comercio modelo más grande, más justo, más equilibrado jamás logrado”, declaró Trump en la Casa Blanca.
Afirmó: Esta es una victoria colosal para nuestros granjeros, trabajadores del sector energético, trabajadores de fábricas y trabajadores estadunidenses en los 50 estados
.
Señaló que el acuerdo es una asociación entre Estados Unidos, México y Canadá contra el mundo
y afirmó que es un día de gran celebración en los tres países
(el acuerdo aún no ha sido ratificado por Ottawa).
Sin embargo, Trump no aguantó dejar fuera de su mensaje una de sus obsesiones que contradicen la cooperación
trilateral que supuestamente celebraba, al comentar que en la frontera con México se está construyendo ahora mismo un muro mayor muy poderoso
, algo que, recordó, tiene gran apoyo en sus actos electorales.
Aunque la promulgación fue una victoria bipartidista para Trump, los demócratas no fueron invitados a la ceremonia a la que asistieron legisladores republicanos, funcionarios, dirigentes empresariales, algunos líderes sindicales y representantes de México y de Canadá.
Trump usará este logro legislativo de inmediato en su campaña de relección con el fin de demostrar que cumplió con una de sus principales promesas electorales de 2016 y ya tiene programado un evento con una empresa de autopartes en Michigan esta semana, donde enfatizará los supuestos grandes beneficios del nuevo acuerdo.
Los demócratas subrayaron ayer que obligaron a Trump a hacer numerosas concesiones con el propósito de lograr la aprobación del pacto. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, afirmó que el acuerdo firmado es muy diferente a la propuesta que primero nos envío
, por las modificaciones que los demócratas lograron imponer en la ley.
Uno de los cambios claves exigidos por el liderazgo demócrata en conjunto con una parte de la cúpula sindical fue un mecanismo esencialmente unilateral con el fin de obligar a México a implementar reformas y vigilar su compromiso de respetar las normas sobre los derechos laborales.
Otros cambios incluyen nuevas reglas para incentivar que automóviles y autopartes sean producidos con mayor contenido y mano de obra estadunidense.
Promotores del nuevo pacto resaltan que la versión modernizada
del acuerdo comercial trilateral incluye nuevas protecciones de propiedad intelectual y de derechos reservados para empresas digitales.
Por ahora, el acuerdo no se podrá implementar hasta que sea ratificado por el Congreso de Canadá, que podría tardar hasta abril.
Después de la ratificación, los tres países deben verificar que han cumplido con las obligaciones preliminares a la entrada en vigor del pacto, y con ello arranca un periodo de aproximadamente 60 días para que entre en vigor.
Aunque no se esperan grandes resultados económicos como resultado del T-MEC, funcionarios y empresarios de los tres países señalan que la promulgación de ayer es un alivio después de que Trump amenazó con anular el TLCAN al llegar a la Casa Blanca y los más de dos años de negociaciones difíciles sobre el tratado.
La esperanza para el comercio estadunidense es que la entrada en vigor infundirá certidumbre sobre el futuro
, comentó John Murphy, vicepresidente en la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
A la vez, algunos sindicatos nacionales, numerosas organizaciones, y coaliciones de pequeños productores agrarios continúan su oposición del T-MEC, algo que señaló el senador Bernie Sanders, quien por ahora encabeza las encuestas entre los candidatos presidenciales demócratas, al votar contra el tratado.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y otros seis de sus colegas votaron en contra, junto con Sanders, porque no se aborda el cambio climático. Por tanto, la disputa sobre el acuerdo no necesariamente ha terminado en Estados Unidos.