Luego de cancelar un viaje a Disneylandia, Irma, La negra, debe trasladarse al sureste de México para atender un albergue donde se encuentran migrantes centroamericanos y, sin pensarlo, se sumerge en las entrañas de la violencia.

El espectáculo unipersonal La fila india, adaptación de la novela de Antonio Ortuño, narra la historia de La negra, quien en su voz describe el infernal ambiente de masacre y corrupción burocrática e indolencia al que se enfrenta.

Esta mujer, señaló la actriz Gabriela Escatel, oscila en un juego de contrastes que la obligan a transitar en su mundo interior: amante, mujer, madre y el agobiante infierno de Santa Rita, destino donde convergen todos los personajes.

Irma es una trabajadora social enviada a un pueblo perdido para atender en un albergue a migrantes; comete varios errores: mudarse allí con su hija de siete años; abrir las puertas de su casa a una superviviente; involucrarse en la indagación sobre el grupo criminal que se ensaña con los centroamericanos, y tratar de resolver la pregunta: ¿por qué a nadie parece importarle?

Esta obra, agregó Escatel, “aborda una temática muy dolorosa y la perspectiva que tiene La fila india frente al fenómeno, es que se enfoca hacia la polarización que existe en torno a esta problemática, en la que, incluso, se ve con mucho desprecio a la frontera sur. En esta dualidad, es justo donde pone el dedo en la llaga Antonio Ortuño”.

En La fila india, además de La negra, hay unos seis personajes que nunca aparecen de manera directa, sino en perfil o también echamos mano del teatro de sombras.

Esto es una alusión a los personas sin rostro o sin nombre que se convierten en expedientes y números, que son los olvidados, puntualizó la también productora.

Además, destacó, se conoce la prosa de Ortuño mediante una historia apasionante, a medio paso de la novela negra. El autor registra cómo se descomponen las relaciones entre un individuo y el país en que vive.

Con La fila india, dirigida por Karina Hurtado y adaptada por Verónica Bujeiro, se busca tocar las emociones del público, porque si se horroriza, indigna, conmueve o se identifica ya logramos nuestro cometido.

Se ofrecerán sólo tres funciones en el teatro La Capilla, ubicado en Madrid 13, colonia Del Carmen, Coyoacán, este viernes a las 20, sábado, a las 19 y domingo, a las 18 horas.