ecientemente las autoridades chinas adoptaron medidas para eliminar las bolsas de plástico de un solo uso. Este año, quedarán prohibidas las no biodegradables en las principales ciudades. Y en 2022, en todos los centros urbanos, además de reducir al extremo los plásticos desechables en los envíos de comercio electrónico y comida a domicilio. Hasta 2025 quedan exentos de las medidas anteriores los comercios que venden productos frescos, como los agropecuarios y pesqueros. Para ese mismo año, el gobierno espera tener un sistema de producción y consumo de plásticos biodegradables.
Además, China cierra sus fronteras a la importación de plástico; ocupa el primer lugar en dicho campo a nivel mundial. Ahora, una intensa campaña que abarca la economía, los principales centros urbanos y la población en general, busca hacer del reciclaje una práctica común. A nivel mundial sólo se recicla 9 por ciento de todo el plástico que se produce.
En China se cumplen las decisiones que toma la cúpula político-administrativa, aunque afecten a sectores importantes, como el del plástico, fundamental para su comercio interno y externo. Pero en el caso que nos ocupa fueron consensuadas con las industrias que elaboran dicho material. Las medidas anunciadas son muy importantes, pues los casi mil 400 millones de habitantes de la nueva potencia económica, usan cada año alrededor de una cuarta parte de todo el plástico producido en el mundo. Desplazó a Estados Unidos, el depredador de recursos por excelencia.
La Ciudad de México es la primera en el país que decidió en mayo pasado prohibir las bolsas de plástico de un solo uso. La medida entró en vigor el primer día de este mes. En 2021 toca su fin a los popotes, cubiertos, vasos y cápsulas de café y otros artículos de plástico similares. Diariamente los hogares, comercios y la industria citadina tiran cerca de 13 mil toneladas de basura y apenas una sexta parte se recicla. El resto va a rellenos sanitarios
que no reúnen la seguridad debida en el campo ambiental. El problema es peor en el resto del país.
Al tema del plástico y sus efectos en el medio ambiente me referí en mis artículos del 21 y 28 de octubre pasados. Destaqué entonces los desajustes que origina en los océanos gracias a los datos aportados por el doctor Alfonso Vázquez Botello y Susana Villanueva, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM. Cada año terminan en el planeta azul 6 millones de toneladas de dicho material y 96 millones de otros desechos. Matan a 100 mil mamíferos marinos y tortugas y a más de un millón de aves. La basura en los océanos conforma cinco grandes islas que miden cerca de 1.5 millones de kilómetros cuadrados. A lo anterior se agrega todo tipo de basura en la zona costera.
Por las restricciones al plástico en nuestra ciudad, Vázquez Botello envió a sus colegas de otros centros de investigación la propuesta de estudiar conjuntamente dicho producto y la demás basura en los cuerpos de agua del país. Advierte que con la prohibición citada no se termina la contaminación de nuestros mares y los 11 mil kilómetros de litoral: el problema mayor son los desechos de todo tipo generados por los 17 estados costeros y los que aportan otras entidades por donde escurren las 300 cuencas hidrográficas nacionales. Un ejemplo es el tiradero de Las Matas, en el corredor industrial Minatitlán-Coatzacoalcos, al sur de Veracruz. Opera desde hace décadas con toda impunidad, contaminando suelos, manto freático, afectando la salud de los pobladores de la región y al medio ambiente.
Vázquez Botello pone el dedo en la llaga: no se sabe cuánta basura (plástico incluido) generan los municipios costeros; ni en cuántos sitios a cielo abierto se deposita, violando la normatividad vigente sobre la materia. Por ello, el problema debe abordarse integralmente, con el apoyo de la población, las instancias oficiales, la industria, el comercio y las instituciones de investigación del país. Propone se haga a nivel regional a fin de diseñar las estrategias más adecuadas en cada caso.
Una tarea en la que sería bienvenido el apoyo del Conacyt, la ciudadanía y las dependencias involucradas en evitar la generación de basura y alentar la reutilización y el reciclaje.
¿Cuándo la medida adoptada en la Ciudad de México se aplicará en el resto del país?
