Wuhan. Habitantes de Wuhan, epicentro de la epidemia del nuevo coronavirus en China, describen un caos digno de una película de horror en los hospitales, con personal desbordado, falta de camas, pacientes abandonados y una espera angustiante e interminable.

La ciudad está en cuarentena desde el pasado jueves, como gran parte de la provincia de Hubei, en el centro del país, donde los desplazamientos son cada vez más restringidos.

En el hospital de la Cruz Roja, varios pacientes expresaron su exasperación e impotencia, pero de forma anónima, por temor a sanciones en un país donde la información está estrechamente controlada.

Hace dos días que no duermo, y voy de hospital en hospital, afirma un hombre de unos 30 años, con fiebre, que quiere ver a un médico. En el mejor de los casos, me van a atender mañana, dice.

La epidemia ha generado una sicosis en la ciudad. Muchas personas optan por presentarse a urgencias para saber si han contraído el virus.

En la entrada del hospital hay una larga fila de enfermos, armados de paciencia, que se preparan para una larguísima espera, de pie o sentados en taburetes de plástico.

Ante el gran número de pacientes, los médicos parecen insuficientes: la crisis sanitaria ha golpeado justo antes de las vacaciones del Año Nuevo chino, cuando millones de trabajadores retornan a sus regiones de origen.

Las enfermeras son muy valientes, pero la gestión es realmente caótica, se enoja una mujer de unos 60 años, quien se apoya en su hijo.

La suerte de esperar 5 horas

Ella ha tenido la suerte de esperar solamente ”cinco horas” para poder ver a un médico. Poco después, un anciano, con una gorra tipo Mao, se queja de haber perdido todo el día en vano, y por ser renviado a su casa pues no hay camas disponibles.

Los hospitales de Wuhan están saturados, admite la comisión municipal de salud al Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista en el poder. Esa afluencia es susceptible además de aumentar los riesgos de contagio.

Ante esta situación, la ciudad acaba de iniciar la construcción de dos hospitales de un millar de camas cada uno, que estarán listos en menos de dos semanas.

Según la agencia Xinhua, la ciudad tiene 4 mil camas de hospital para los pacientes infectados o los casos sospechosos.

De momento, no hay sitio en las habitaciones, el personal está desbordado, hacen falta algunos medicamentos y los pacientes son abandonados a su suerte, lamenta un paciente de 30 años.

En su teléfono celular muestra la imagen de una mujer con asistencia respiratoria tirada en el suelo en un corredor de un centro médico, pese a los riesgos de contagio.

El nuevo coronavirus ha causado 80 muertos y contagiado desde diciembre a 2 mil 744 personas, la mayor parte en la provincia de Hubei. Pero muchos habitantes de la ciudad de Wuhan, epicentro del coronavirus, estiman que el balance supera la realidad, ya que muchos enfermos no pueden desplazarse a los hospitales por falta de transporte.

A partir del primer minuto de este lunes, la circulación de automóviles no esenciales está prohibida en Wuhan como parte de las medidas para frenar la expansión de la epidemia.

Ha habido muchos muertos en este hospital, a tal punto que algunos cuerpos permanecieron todo el día en medio de la indiferencia general, asegura un testigo.