Lunes 27 de enero de 2020, p. 29
Comerciantes de tianguis y mercados hacen negocio con la prohibición de las bolsas de plástico, al vender hasta en 50 pesos o más cada bolsa de tela o de otros materiales para que el marchante pueda llevar las mercancías que compra, lo que antes resolvía el vendedor sin costo.
En tanto comerciantes de bolsas de plástico insisten en que unos 100 mil distribuidores del producto en la Ciudad de México y microcomercios, que emplean entre uno y tres trabajadores, han comenzado a despedir a sus empleados y la baja de sus ventas pone en riesgo la subsistencia de su negocio y sus familias.
El señor Omar Muñoz, quien durante 20 años comercializaba un promedio de 100 kilos diarios de este producto y hasta el primero de enero de este año empleaba a tres personas en su pequeño negocio, Bodega de bolsas La Rosita, ubicado en la calle López, tuvo que despedirlas y con grandes esfuerzos ahora vende sólo unos 30 kilos de bolsas al día.
Otra tienda, La Casa de Bolsa, ubicada en la calle Independencia, comercializaba alrededor de una tonelada de bolsas de plástico a la semana. Su propietario, Higinio Téllez León, explicó que surtía su establecimiento de productos que adquiría en La Merced, y advirtió que es un mito que las bolsas de otros materiales vayan a contaminar menos. Las de tela no resisten las lavadas, por lo que el consumidor va a tener que comprarlas constantemente
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Por su parte, vecinos de Benito Juárez señalaron que la prohibición de distribuir bolsas de plástico ya ha generado problemas de higiene, como “malos olores provenientes de los botes de basura, que además quedan llenos de residuos contaminantes por la dificultad para deshacerse de las heces de las mascotas y los problemas derivados de envolver alimentos y otros productos de consumo en materiales poco higiénicos, como papel periódico.
Hay incluso taquerías y puestos de comida que entregan esos productos únicamente en los recipientes que llevan los propios clientes.