ecordemos. El Banco de México (BdeM) publica datos mensuales sobre la balanza de pagos. Entre ellos, el de remesas, componentes de la cuenta de ingresos primarios. Con las cuentas de bienes y servicios y la de ingresos secundarios, esa cuenta forma parte de la cuenta corriente de esa balanza. El Banco Mundial (BM)publica datos históricos y estimaciones prospectivas sobre los flujos de remesas, ingresos y egresos, en cerca de 220 países. Hay series históricas. Permiten ver tendencias.
Informes de Naciones Unidas indican la existencia de poco más de 270 millones de migrantes (3.5 por ciento de la población mundial) y remesas totales de 700 mil millones de dólares. (https://www.worldbank.org/en/topic/ migrationremittancesdiasporaissues/ brief/migration-remittances-data). Primeros datos de 2019 muestran que a México llegaron 38 mil 550 millones de dólares. El BdeM indica 36 mil. Con uno u otro número, ocupa el tercer lugar en el mundo. Datos históricos muestran que lo tiene casi desde 2000. Pero, ¿quiénes ocupan el primero y segundo puestos? Sorprendentemente, India y China.
Por mucho y desde 2006, año en que India se empezó a separar drásticamente de México, que en algún momento registró el primer lugar. Asimismo, año en el que China alcanzó a India y empezó a superar a México. Con ello, desde 2007, nuestro país ha tenido que conformarse con la medalla de bronce en remesas. Desde 2008, India recibe la medalla de oro. En 2019 la ganó con poco más de 82 mil millones de dólares. Y China, la de plata con más de 70 mil millones.
Según datos del BM, esas remesas representan, respectivamente, 2.8, 0.5 y 3.1 por ciento del producto interno bruto de India, China y México. Pero hay países en los que con montos menores a los tres participantes del podio, las remesas tienen un peso mucho mayor en su PIB. Por ejemplo –y dentro de los 15 primeros lugares en cuanto a monto de dólares ingresados en 2019–, con 16 mil millones de dólares en Filipinas representan 12 por ciento de su PIB. Y con 11 mil millones, en Guatemala representa 13 por ciento. Y con casi 9 mil millones en Nepal tienen un peso de 30 por ciento en el PIB. Otros países con montos cercanos a 5 mil millones anuales tienen gran significación relativa. Líbano 13, por ciento; El Salvador, 20 por ciento, y en Honduras, 21 por ciento.
Estos números dan idea de la gran complejidad del movimiento de migrantes centroamericanos que, sin duda, cuentan con un apoyo al menos implícito de sus gobiernos, por el gran peso relativo de esos recursos en su economía. Un caso similarmente dramático es el de Haití, donde los poco más de 3 mil millones de dólares de remesas representan un tercio de su PIB. Un dato final. Las remesas son por medio de órdenes monetarias, cheques personales, transferencias electrónicas y dinero en efectivo. Para el caso de México, en 1995 apenas la mitad de remesas era por transferencias electrónicas.
Desde hace casi 15 años más de 95 por ciento es por ese mecanismo. Nos falta ver de qué países salen
esas remesas. Hoy, sólo digamos que los montos principales provienen de Estados Unidos, Arabia Saudita, Suiza y Federación Rusa. Pero de esto comentaremos pronto. De veras.