Morena en la Cámara de Diputados anticipó que cuando la gente entienda y reconozca que no hay despilfarro ni corrupción, podrá abrirse un espacio de legitimidad para una reforma fiscal. Hacerlo antes generaría un enorme rechazo, aseguró Mario Delgado durante la entrega del Premio Nacional de Finanzas Públicas 2019.

Sostuvo que la respuesta del gobierno federal a las voces que han planteado una reforma fiscal que incremente la recaudación tributaria, es muy sencilla: gastamos muy mal como país, la gente está cansada de la corrupción y tuvimos un gobierno con excesos, privilegios, abusos.

La postura ciudadana es, afirmó, no aceptar más impuestos porque se lo roban, malgastan o usan en privilegios para funcionarios, y por lo tanto, se mantiene la decisión de no aumentar impuestos al inicio del gobierno federal.

Y, en contraste, “emprender como ejes principales el combate a la corrupción, un gobierno austero –a muchos les parece excesiva la austeridad, pero había muchos abusos–, y destinar el gasto corriente, no productivo, a programas de impacto social”.

Delgado se refirió al contenido de los trabajos. Uno, que obtuvo el segundo lugar con el tema Finanzas públicas y elecciones en México: nueva evidencia de ciclos políticos presupuestales, 1982 – 2018, refiere que la manipulación del gasto público para ganar elecciones genera ciclos económicos.

Esta política le ha hecho mucho daño al país, aseguró, y mencionó que el Congreso aprobó una reforma para que el gasto público no se utilice para orientar el resultado de una elección.

Consideró que la política social ya no es electorera, porque el beneficiario recibe directamente la tarjeta para que no haya intermediación de grupos políticos que hacían la operación electoral.

También se refirió a la baja recaudación del predial; indicó que no hay incentivos políticos ni económicos para que un gobierno de tres años invierta en la actualización catastral y asuma el cos-to político.