La estrategia de seguridad del actual gobierno federal no ha funcionado y así lo demuestran los resultados de su primer año, según las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), que ubicaron a 2019 como el año más violento del que se tenga registro, coincidieron en señalar especialistas y académicos.

Para César Gutiérrez, especialista en derecho militar y seguridad, ha sido fundamental la falta de coordinación entre los gobiernos federal, estatales y municipales.

Sostuvo que tampoco habrá avances si se continúa recurriendo a prácticas que han demostrado no dar resultados: Se utiliza mucho a militares retirados para que sean directores de seguridad pública, cuando no todos ellos están capacitados para cumplir con esa función.

Sostuvo que el uso de las fuerzas armadas es una estrategia fallida, recurrente en los gobiernos de todos los signos políticos, llámense panistas, priístas o ahora de la 4T.

Concluyó: Este gobierno de izquierda llega diciendo que va a haber respeto a los derechos humanos, que se va a preparar a los policías, que se va a crear una Guardia Nacional, y lo que se hizo fue nuevamente sacar al Ejército a la calle, con el nombre que quieran.

En tanto, para Javier Oliva Posadas, profesor investigador de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, el problema de la seguridad nace de que ni siquiera existe una estrategia. Habrá políticas o programas, pero no estrategia; este año le recortaron un tercio al presupuesto de las policías estatales y municipales, entonces parece que no hay una visión clara de lo que se persigue con los programas de gobierno.

Añadió que con 27 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, México se coloca en un lugar medio alto en el plano internacional en cuestión de criminalidad. Nos estamos estabilizando, pero en el punto crítico, afirmó.