Miércoles 22 de enero de 2020, p. 9
Victoria, Canadá., El príncipe Enrique viajó a Canadá para rencontrarse con su esposa Meghan y su hijo Archie, a quienes no había visto desde el polémico anuncio de su retirada de la familia real británica, pero también aquí tienen que lidiar con los paparazzi.
Los diarios sensacionalistas británicos The Sun y Daily Mail publicaron el martes fotos de la ex actriz estadunidense de 38 años llevando a su hijo de ocho meses en un portabebés mientras paseaba a sus dos perros.
Los abogados de la pareja afirman que las imágenes fueron tomadas sin el conocimiento de Meghan por un fotógrafo escondido en unos arbustos en la isla de Vancouver y que hay paparazzi con teleobjetivos apostados para espiarlos.
Y amenazaron con emprender acciones legales para que esto cese, según afirmaron el diario The Guardian y el canal de televisión Sky News.
Su complicada relación con cierta prensa británica tuvo un peso crucial en la decisión de los duques de Sussex de dar un paso atrás y alejarse de las cámaras.
Para ello, decidieron instalarse en Canadá, un país que Meghan conoce bien por haber vivido aquí cuando trabaja en la serie de televisión Suits. Enrique, de 35 años, se reunió con ella el lunes por la noche.
Su avión, que despegó del aeropuerto de Londres Heathrow, aterrizó en Vancouver, según el Daily Mail, que publicó imágenes de un hombre vestido informalmente y con una bolsa de viaje asegurando que era el nieto de la reina Isabel II de Inglaterra.
Las preguntas son muchas sobre la nueva vida que tendrán en Canadá, que transcurrirá sin duda más alejada de la familia real de lo que Enrique habría deseado. ¿Cómo van a ganarse la vida? ¿Quién va a pagar por sus servicios de protección? ¿Qué relaciones mantendrá con la familia real?
El sábado, la reina Isabel II anunció que se había logrado un acuerdo familiar para respetar el deseo de su nieto de retirarse.
Pero la ruptura parece ser más radical de lo esperado, ya que Enrique y Meghan ya no podrán usar su título de alteza real, ni representar oficialmente a la reina, de 93 años.
Enrique, sexto en la línea de sucesión, también renunciará a sus funciones militares, a las que tenía un particular apego.