Ese acuerdo entró en vigor ayer, informa el gobierno británico // Científicos han alertado sobre daños recientes en el casco del trasatlántico que naufragó en 1912
Miércoles 22 de enero de 2020, p. 4
Londres. Los restos del Titanic, en el fondo del mar desde su famoso naufragio en 1912, están protegidos de turistas y exploradores por un tratado entre Estados Unidos y Reino Unido que ayer entró en vigor, informó el gobierno británico.
‘‘Este acuerdo crucial con Estados Unidos para preservar el pecio significa que ahora se lo tratará con la sensibilidad y el respeto debidos al lugar donde descansan mil 500 personas’’, afirmó en un comunicado la secretaria de Estado de Transporte Marítimo, Nusrat Ghani, coincidiendo con una visita a Belfast, donde fue construido el buque.
El tratado, firmado en 2003 por Reino Unido, entra ahora en vigor tras ser ratificado el pasado noviembre por Estados Unidos. Éste permite a los dos países ‘‘conceder o rechazar licencias para entrar o sacar objetos del pecio’’, según el comunicado.
El Titanic, que se encuentra en aguas internacionales, sólo estaba protegido por la Convención de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sobre la Protección del Patrimonio CulturalSubacuático.
El gigantesco trasatlántico, que partió de Southampton, en el sur de Inglaterra, el 10 de abril de 1912 con destino a Nueva York, era el más grande del mundo en el momento de su lanzamiento y se hundió trágicamente tras chocar con un iceberg cinco días después. De los 2 mil 224 pasajeros y tripulantes, casi mil 500 murieron en el naufragio.
Desde el descubrimiento en 1985 de los restos del naufragio en aguas internacionales del océano Atlántico, a 650 kilómetros de las costas canadienses y a 4 mil metros de profundidad, ha sido visitado por incontables buscadores de tesoros y turistas.
Tras una expedición efectuada en 2012, un grupo de científicos alertó sobre ‘‘daños recientes en el casco del Titanic por submarinos’’ utilizados para visitarlo.
También advirtieron de ‘‘cantidades inquietantes de desechos y escombros arrojados por barcos en la superficie o abandonados cerca del pecio’’.
La Organización Marítima Internacional expresó preocupación en un informe sobre ‘‘los impactos ya visibles, que deshonran este lugar de sepultura’’ de los fallecidos en el accidente.