En el tema migratorio, México ha abandonado ya la política de puertas y brazos abiertos con la que inició la actual administración, y ha optado por la de un ingreso ordenado, pero con contención, para complacer a Estados Unidos, señaló David García Contreras, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en temas internacionales.

Explicó que son varios los factores, sobre todo las presiones ejercidas por Estados Unidos, que ha obligado al gobierno mexicano a modificar su política migratoria inicial.

La propia realidad se ha encargado de decirnos que esta política de brazos abiertos no es la más plausible, ni para cuestiones internas ni para la estabilidad, y tampoco, por supuesto, para poder atender a los migrantes.

En entrevista, el académico de la Facultad de Estudios Superiores Aragón señaló que hoy el gobierno mexicano está dispuesto a aceptar el ingreso ordenado de migrantes, pero con la condición de que no traten de llegar a Estados Unidos y permanezcan en territorio nacional, siendo beneficiarios de los programas de trabajo anunciados.

García Contreras, profesor de relaciones internacionales, enumeró una serie de factores que han provocado que el gobierno mexicano haya cambiado su política en la materia, entre ellos el surgimiento de las oleadas de migrantes organizadas, que llegaron al país precisamente en caravanas, lo cual fue un elemento que hasta ese momento no se presentaba en la región.

Esta circunstancia, añadió, rebasó totalmente la infraestructura y el número de personal del Instituto Nacional de Migración, así como la capacidad de los albergues, el sistema de salud y la posibilidad de darles opción de trabajo a los migrantes.

A estos factores se sumaron también el modesto desempeño de la economía nacional, el aumento en el número de mexicanos que rechazan las migraciones masivas y, de manera muy importante, las presiones de Estados Unidos.

Todo esto provocó que se sellara la frontera y obligó a lo que hoy estamos viendo. El uso de la Guardia Nacional para tratar de contener el flujo migratorio, dijo García Contreras.