Domingo 19 de enero de 2020, p. 7
Para que la regulación de cannabis sirva para impulsar la economía del país es indispensable que se permita la siembra de la planta en México, se promueva mucha mayor investigación sobre la misma y se fijen impuestos a las importaciones, para evitar que éstas acaparen el mercado, afirmó el presidente de la Asociación de la Industria Nacional del Cannabis (Anicann), Guillermo Nieto.
En entrevista con La Jornada, el agricultor y empresario recordó que en el próximo periodo de sesiones del Congreso, que se inicia el primero de febrero, se retomarán las discusiones legislativas para analizar un total de 18 propuestas de diversos partidos sobre la regulación de la planta, de tal forma que antes del 30 de abril podría ya estar aprobada una ley general en la materia, como ordenó la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Aunque dijo estar optimista de que la norma sobre este tema abarque todos los usos de cannabis –terapéutico, industrial y lúdico–, Nieto advirtió que la nueva ley debe contemplar tres aspectos fundamentales: permitir la siembra en México; darle un mayor impulso a la investigación científica de la planta, ya que la clandestinidad de la misma provocó un rezago en esa materia, y fijar impuestos a los productos importados.
Tenemos que proteger a una industria que apenas va a nacer, porque van a llegar productos de China, de Colombia, y queremos que los campesinos mexicanos tengan una mejor opción de desarrollo, y sin campo no hay producto. Podemos darle un mejor nivel de vida a los campesinos pobres, a los que producen por temporal, y eso cambiaría la pirámide social
, afirmó.
Nieto aseguró que en la actualidad, un campesino obtiene 13 mil pesos anuales por cosechar por temporal una hectárea de maíz, mientras si se dedicara a la siembra de cannabis, podría obtener hasta 58 mil pesos al año, 26 mil por la fibra y el resto por el grano.
Sin embargo, recalcó que mientras no se haya aprobado una ley en la materia, no se puede hacer investigación a profundidad de la planta, planes detallados para su explotación comercial e incluso estudiar cómo incluir capítulos sobre el tema en el T-MEC.
“Todo está detenido por el tema de la falta de ley, porque en este momento la planta es ilegal. Por eso urge que haya una norma. Para los mexicanos esto puede cambiar el entorno, nuestro modus vivendi y nuestra culturas”, señaló Nieto.