18 de enero de 2019
• Número 148
• Suplemento Informativo de La Jornada
• Directora General: Carmen Lira Saade
• Director Fundador: Carlos Payán Velver
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estar Comunicadxs
Daliri Oropeza
La tecnología logra modificar el modo en que nos comunicamos y organizamos. Lo digital modifica el modo en que nos relacionamos sin importar el lugar en donde estemos, o de donde seamos. Esta comunicación atravesada por la tecnología puede desvanecer barreras que han reforzado imaginarios desde geográficos hasta identitarios. Esto tiene repercusiones también en el modo en que los pueblos indígenas usan y dan sentido a las herramientas y a la tecnología.
Diversos estudios dan cuenta de la manera en que las herramientas tecnológicas pueden crear capital cultural, social y simbólico en procesos de socialización tecnológica, sin importar de su experiencia sociocultural. Aquí se enumeran algunos casos.
1. La tecnología digital en el caso de la campaña Yo Prefiero el Lago fue muy importante para colocar en el centro el tema medioambiental y ese tema logró unir la visión de los pueblos devastados por el nuevo aeropuerto con las personas que viven en la Ciudad de México. Una barrera entre lo rural y lo urbano se difuminó, pues la importancia del lago en la historia de la región nunca había sido narrada. Hasta que Atenco tuvo que dar esta otra batalla, la de una consulta del presidente electo.
El uso de herramientas de comunicación digital para celular entre integrantes del Frente de Pueblos en defensa de la Tierra con un grupo de activistas provenientes de la ciudad requirió constancia, la cual permitió una organización de acuerdo con la coyuntura, que los mensajes emitidos contuvieran la palabra de los pueblos y personas afectadas.
2. En el caso del Colectivo Altepee, tienen la documentación de afinaciones propias de los pueblos del sur de Veracruz más nutrida, se llama Expediente Santa Marta. Este archivo ha permitido que grupos de jaraneros citadinos experimenten y conozcan los sonidos propios de los pueblos popolucas, náhuatl y afro de la sierra.
Eso ha llevado a que haya más participación en los fandangos de los pueblos originarios, en donde grupos de personas con jaranas viajan desde Xalapa y otras ciudades hasta la sierra de Santa Marta solo para experimentar con las diferentes afinaciones un fandango tradicional. Esto ha servido para que las propias personas de los pueblos muestren sus creaciones y se les reconozcan.
3. Pueblos como los nahuas a la orilla del volcán Popocatépetl han creado sus propios medios digitales a través de la tecnología. Habitantes de Ometoxtla, Zacatepec, Cuanala y Nextetelco colaboran para documentar los megaproyectos que pasan por su municipio, Juan C. Bonilla.
Comenzó con el gasoducto parte del Proyecto Integral Morelos que literal, rodea el volcán, de la mano de la Radio comunitaria Zacatepec, el esfuerzo informativo logró involucrar a las personas que habitan en la ciudad de Puebla. Más recientemente, y con la propia información realizada por los habitantes, lograron conseguir información filtrada del municipio y así informar a las cuatro comunidades una nueva amenaza: un drenaje tóxico en su río, el Metlapanapa.
4. Mujeres de la parte que no está totalmente urbanizada Xochimilco modificaron el modo de hacer sus asambleas para involucrar a las personas en las decisiones, a través de la transmisión en vivo todas las asambleas. Ese fue un modo de frenar que pavimentaran más calles. Las personas de la misma alcaldía pero que se encuentran en las zonas urbanas, apoyaron y se sumaron a la exigencia por rendición de cuentas.
5. En la comunidad de Tatei-kié (Nuestra Madre Tierra), al norte de Jalisco, los más jóvenes utilizan las herramientas tecnológicas a pesar del difícil acceso, escasa infraestructura y servicios en telecomunicaciones limitados. Lo primero fue saber qué pasa en la vida de sus contactos wixáritari, es decir, de aquellos compañeros o amigos que se encuentran fuera de las comunidades.
La mayor parte del tiempo escriben en wixárica y comparten sus vestidos tradicionales tal cual los usan. Dar a conocer y compartir su cultura con la sociedad no wixárika es consecuencia de los usos y las páginas creadas para relacionarse entre sí, de acuerdo con la investigadora Alondra Barba. Las ventajas que el celular y la computadora puede brindarle a los wixáritari con el manejo propio de contenidos es visibilizarse, y en sus palabras, “una forma en la que quizá sí nos volteen a ver”.
Las herramientas tecnológicas y el uso de redes sociales digitales detonan la ruptura de los muros y distancias que existen entre los ámbitos rurales y los urbanos. •
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