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Conductores del Tren Ligero niegan ir rápido; se darán más días: STE
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▲ Siguen las quejas por parte de usuarios por la lenta circulación de carros del Tren Ligero.Foto Luis Castillo
 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de enero de 2020, p. 26

Con retrasos comenzó ayer el servicio del Tren Ligero debido a que los conductores se negaron a manejar a mayor velocidad sobre el tramo recién rehabilitado, lo que causó la molestia de los usuarios, quienes se quejaron de que el recorrido de Tasqueña a Xochimilco y viceversa es más lento que antes.

El director general del Servicio de Transportes Eléctricos (STE), Guillermo Calderón, explicó que hubo inconvenientes con algunos operadores de los trenes que no se sentían seguros de ingresar con el nuevo patrón de manejo.

Dialogamos con ellos desde las cinco de la mañana hasta las 6:30 y coincidimos en que daremos unos días o semanas de aprendizaje, lo que se requiera para incrementar paulatinamente la velocidad.

El funcionario admitió que los conductores tienen razón porque, ante todo se tiene que dar preferencia a la seguridad en el transporte, por lo que se acordó comenzar la operación con un esquema de velocidades bajas, y entonces se proporcionó el servicio a partir de las siete de la mañana.

Se habían hecho pruebas en vacío, pero la condición y el sentimiento de los mismos operadores cuando traen ya dentro del tren 200 o 250 personas cambia toda la sensación y la percepción. Entonces, vamos a darnos una curva de aprendizaje de unos días.

Dijo que antes de la rehabilitación del tramo que va de Tasqueña al Estadio Azteca los trenes no podían tener una velocidad superior a los 25 kilómetros por hora, y tras los trabajos de renovación pueden alcanzar 55 kilómetros.

Sin embargo, agregó, el trayecto con paradas, ascensos y descensos era de 18 a 20 kilómetros, que se espera muy pronto rebasar para llegar a los 32.

También explicó que durante la apertura del pasado jueves se retrasó el servicio porque hubo una sobrecarga en la línea de energía eléctrica, lo que ocasionó una falla en la tarjeta de control de uno de los trenes que quedó varado y tuvo que ser retirado.

Los inconvenientes los padecieron los usuarios, quienes en medio de los tumultos debían esperar hasta media hora para ingresar a un tren, que lejos de disminuir el tiempo del recorrido se incrementó por la baja velocidad.