La desaceleración económica del año pasado –que tuvo de componente central el desencuentro mercantil entre Estados Unidos y China– se profundizará en este. El Informe de riesgos globales del Foro Económico Mundial proyecta como principales escollos a corto plazo el incremento de enfrentamientos comerciales y la polarización política.

De acuerdo con la encuesta realizada a empresarios, políticos y activistas invitados a esta reunión anual, también destacan los rubros ambientales, la ciberseguridad para el sistema financiero, la recesión en las grandes economías y el aumento de políticas populistas como preocupación para sus negocios.

En este contexto, una breve mención sobre México en el documento base para el Foro de Davos anticipa que, sumados al crecimiento cero que ha tenido la economía mexicana en los primeros nueve meses de 2019, los resultados para el cuarto trimestre resultarán en una contracción.

“La economía global se enfrenta a una desaceleración sincronizada, los pasados cinco años han sido los más cálidos de la historia y se espera que los ataques cibernéticos aumenten este año –todo mientras los ciudadanos protestan por las condiciones políticas y económicas en sus países y expresan su preocupación sobre sistemas que exacerban la desigualdad–”, resume el noruego Borge Brende, integrante del Partido Conservador y presidente del Foro Económico Mundial.

A largo plazo, las cinco principales preocupaciones –según los encuestados– son de corte ambiental, cosa que no ocurría desde hace 10 años que se elabora la consulta. Encabeza el listado un clima extremo, le siguen el fracaso de las iniciativas que hasta ahora se han hecho en la materia, los desastres naturales, la pérdida de biodiversidad y los siniestros causados por el hombre.

Más allá de mantenerlos como una preocupación en sus listados, el documento reconoce que los pactos, metas y acuerdos internacionales débiles en el rubro ambiental han tenido poco efecto. Cita de ejemplo las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica que se establecieron en 2011. Luego de una década la producción mundial de metales, minerales, combustibles fósiles y biomasa ha aumentado en más del 20 por ciento, mientras un área más grande que México ha sido deforestada, detalla el informe.

Por otra parte, Brende subraya que los riesgos tecnológicos emergentes pueden erosionar el discurso social, amenazar la estabilidad económica, exacerbar la competencia geoestratégica y presionar la seguridad nacional e internacional. Por ello, apunta a que un mejor manejo de riesgos sistémicos atraviesa por regular la tecnología en todos los niveles.