Rodríguez Casas, Director General del Instituto
Veo estabilidad en la institución, y logros de la comunidad politécnica. Uno de los más importantes es la matrícula, que ha crecido 23% en los últimos dos años
Miércoles 15 de enero de 2020, p. 36
Tajante, el director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Mario Alberto Rodríguez Casas, afirmó que esta casa de estudios no necesita
la autonomía, que hay un consenso amplio
entre la comunidad para seguir siendo una institución del Estado mexicano, dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En entrevista, aseguró que existen todas las condiciones para que el Congreso Nacional Politécnico (CNP), pendiente desde 2014, finalmente se realice en el primer trimestre del año. Indicó que además de prisa, tiene urgencia
por sacar adelante dicho congreso, como un camino necesario para la transformación del instituto. Rechazó que el resultado de este ejercicio sea una refundación
, pues su filosofía cardenista sigue siendo vigente y pertinente.
Rodríguez Casas, quien en noviembre próximo concluye su trienio –aunque puede ser ratificado por el presidente Andrés Manuel López Obrador–, destacó que en estos dos años ha aumentado la matrícula 23 por ciento, ampliado la oferta educativa e incrementado las unidades de enseñanza, además que se ha apostado a la educación 4.0 para enfrentar la cuarta revolución industrial.
Requerimientos cambiantes
–En noviembre pasado cumplió dos años al frente del IPN. ¿Cuál es el balance que hace de su gestión?
–El balance es positivo. Veo estabilidad en la institución, y logros de la comunidad politécnica. Uno de ellos, de los más importantes, es la matrícula, que ha crecido 23 por ciento en los últimos dos años, que implica unos 14 mil jóvenes. Todo, sin un presupuesto adicional, gracias a un proceso de reingeniería, de potenciar el uso de las instalaciones y de los profesores y personal de apoyo. Con esto también atendemos las indicaciones de la SEP y del mismo Presidente, de ampliar la cobertura.
Otro es la docencia. El mundo, el país y los requerimientos de la industria y de todos los sectores están cambiando. Ello obligó a que el Politécnico también esté cambiando; estamos incorporando al modelo educativo del IPN las herramientas de la educación 4.0, con las tecnologías de la cuarta revolución industrial. Hay una apuesta decidida por la educación 4.0. Es la oportunidad que tiene el instituto de reinventarse y alcanzar una excelencia en la educación, de ese tamaño es como yo estoy conceptualizando el impacto que va a tener la educación 4.0 en la formación de los jóvenes.
–¿En este empeño por ampliar la cobertura se enmarca también la creación de nuevas unidades académicas del IPN?
–Sí, el Politécnico está empeñado en ello, pero no solamente es ampliar la cobertura, sino tener nuevas formaciones que respondan a lo que en este momento está requiriendo la sociedad. Tenemos que responder porque de lo contrario nuestros jóvenes no van a tener un empleo en los próximos años. Hay un amplio rediseño de los programas académicos, pero también en la creación de nuevas carreras. Al final de este año tendremos 24 nuevas carreras y programas de posgrado. A la par, se trabaja en ampliar la presencia del IPN en todo el país; estamos en 23 estados y proyectos para Nuevo León y Jalisco, y una nueva vocacional en Tecámac, estado de México.
–La realización del Congreso Nacional Politécnico (CNP) sigue siendo un pendiente después de varios años. ¿Se va a realizar?
–No hay la menor duda. Se están dando todas las condiciones para ello, aunque eso es algo que tiene que definir la comisión organizadora del CNP (CoCNP). La percepción que tengo es que va a ser en el primer trimestre de este año. En lo personal, no sólo tengo prisa, tengo urgencia por que el congreso se haga, porque eso va a permitir la transformación del Politécnico. Esa es mi urgencia, no otra.
–¿Este congreso transformara y refundará al IPN?
–Desde mi percepción, lo que tenemos que hacer es una transformación, no una refundación. Una refundación es tomar un rasero y empezar de nuevo, como si lo hecho antes no funcionara. No es el caso del IPN. El Politécnico tiene que transformarse porque está cambiando la sociedad, el mercado, el mundo, pero la filosofía –que es lo que implica una refundación–, esa sigue siendo tan pertinente como cuando [Lázaro] Cárdenas. Lo único que ha cambiado es el entorno, pero la filosofía cardenista debe de seguir preservándose. No veo ningún elemento que implique refundarse.
–Dentro y fuera del IPN se habla de autonomía. ¿Sería conveniente?
–No, muy tajante, definitivamente yo no lo considero así. Esas voces son unas cuantas, pero el consenso, la gran mayoría, quiere que el IPN siga siendo una institución del Estado mexicano. Una institución orgullosamente de la SEP. No necesitamos la autonomía, o al menos no necesitamos la autonomía como está concebida en algunas otras instituciones.
Pero algo más importante, es que el Estado necesita una institución como el Politécnico para hacer realidad sus políticas educativas. Y una forma directa de poder hacerlo es con una institución que sea del Estado, como lo es el IPN. Lo que se necesita es aprovechar más al Politécnico y sus capacidades.
La apuesta
–Hay críticas de que el congreso ya tiene una agenda prestablecida.
–Definitivamente no. Poco he tomado la palabra en la comisión organizadora, porque es la comunidad y los congresistas son los que tienen que decidir. Los temas que sean y serán definidos por la comunidad y no de la dirección general. En febrero viene un proceso amplio de consulta, para que se realice el diagnóstico del instituto y sobre lo necesario para poder reposicionarlo como la institución líder tecnológica, en lo nacional e internacional. Yo le estoy apostando a la transformación del IPN. Esa es la prioridad.
–Cómo y qué hacer frente al insuficiente subsidio que se otorga a las instituciones de educación superior.
–Para el IPN ha habido incrementos pequeños, pero lo más importante es que no ha habido disminuciones ni recortes. Si queremos tener una educación calidad, aumentar carreras y matrícula, el Politécnico necesita tener un apoyo adicional al recibido hasta ahora. Pero no hay que esperar a que nos den, debemos buscar cómo. Uno es creando el recurso con autogenerados, que en esta administración han crecido de manera importante, además de las economías internas. En los últimos dos años, hemos invertido cerca de mil 200 millones de pesos en mantenimiento y equipo de laboratorio, con recursos propios. Aquí no ha habido un solo recurso mal usado.
–¿Qué le queda pendiente en la recta final de su gestión?
–Cuando se acerca el fin de una administración, se habla también de la siguiente y, por supuesto, que empieza a desatar lo político. Pero vamos a trabajar en incrementar la cobertura; ampliar la oferta académica, redoblar la tarea de la transformación del Politécnico; que se realice el congreso y empezar a operar lo que salga de él. Sé que se podrá hacer realidad muchas cosas, pero otras tendrán que quedarse para ser continuadas.