México deberá enviar a Estados Unidos a más tardar en octubre de este año 652 millones de metros cúbicos de agua, por lo que el gobierno federal determinó extraerla de presas de Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Ante ello, agricultores de Chihuahua, apoyados por el gobernador Javier Corral, rechazan la extracción del líquido que se almacena en vasos de ese estado.

El Tratado Internacional de Aguas entre México y Estados Unidos regula desde 1944 el uso de las aguas internacionales de los ríos Colorado y Bravo. El pacto indica que el primero debe entregar al vecino del norte una tercera parte del agua que llega al río Bravo de los cauces Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y arroyo de las Vacas.

Las entregas del líquido se realizan por ciclos de cinco años. Del río Colorado, Estados Unidos dota a México con mil 850 millones de metros cúbicos cada año. A cambio, México entrega 432 millones de metros cúbicos del río Bravo.

En el ciclo que concluyó en 2015, México adeudaba 325 millones de metros cúbicos, y el tratado estipula que esto no puede ocurrir en dos ciclos consecutivos, por lo que ya los cubrió. Así, el próximo octubre –cuando termina un lustro– México deberá enviar a Estados Unidos 220 millones de metros cúbicos que no ha trasladado de 2019 y los 432 millones de este año. En total serán 652 millones de metros cúbicos.

Ante ello, la Conagua determinó extraer mil millones de metros cúbicos de la presa La Boquilla y 100 millones de metros cúbicos de Luis L. León –también conocida como El Granero– ubicadas en Chihuahua; 150 millones de metros cúbicos de la Marte R. Gómez, en Tamaulipas, y 100 millones de metros cúbicos de presas no especificadas de Coahuila.

De acuerdo con el más reciente reporte del llenado de presas, La Boquilla y Luis L. León se encuentran entre 50 y 75 por ciento de su capacidad, mientras Marte R. Gómez tiene entre 75 y 100 por ciento de llenado.

La Conagua precisó que Chihuahua aportaría una cantidad considerable de agua, pero aún así tiene asegurado el abasto a 100 por ciento para el ciclo agrícola 2020 y al menos 75 por ciento para 2021. Además, recibiría inversión para fortalecer la gestión del agua. Sin embargo, agricultores de la entidad rechazan que se extraiga el líquido, aunque sin las presas el recurso correría libremente para el abasto de Nuevo León y Tamaulipas, argumenta el organismo.

El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, ha expresado en su cuenta de Twitter su apoyo a los usuarios de riego y que se debe programar debidamente el pago a Estados Unidos, así como observar el pronóstico para la entidad.

Chihuahua se niega a aportar el agua necesaria con el argumento de que los excedentes deben ser aprovechados única y exclusivamente para el desarrollo del sector agrícola de la entidad, cuando los acuerdos señalan que el agua debe ser compartida.