Alquimia de los planetas es su trabajo más reciente // La inauguración de la muestra de ese libro objeto será el sábado
Miércoles 15 de enero de 2020, p. 6
La años 20 se prevén muy difíciles porque en el panorama global ‘‘vivimos la era Trump, la temporada del odio y México se encuentra en el camino de los grandes exilios masivos donde por desgracia el país ha accedido a ser parte de la muralla para impedir el ingreso al sueño americano”, sostiene la escritora Carmen Boullosa (Ciudad de México, 1954).
Sin embargo, añade en entrevista con La Jornada, ‘‘contamos con un capital cultural incanjeable, que es una gran cantidad de creadores de primera índole. Por eso es importante impulsar y hablar del sueño mexicano, es nuestro momento, como lo ha sido antes, porque la comunidad artística siempre ha existido.
‘‘¿Cómo nos reposicionaremos con tantos escollos internos y externos? Ese es el reto interesante que nos trae esta década, y el esfuerzo será ciudadano, porque nunca va a venir de nadie que esté en el poder. El arte es la trinchera y el espacio para la relaboración intelectual. Del arte debe de venir una electricidad estable que favorezca a México.”
Esa es la reflexión que anima el reciente proyecto que Boullosa realizó en colaboración con artistas ingleses: el libro objeto Alquimia de los planetas, concebido como una ofrenda artística al universo que propone al público ‘‘voltear a ver el paisaje de la naturaleza con asombro y con deseo de rendirle tributo, pues el planeta se nos ha hecho pequeño y lo hemos lastimado tanto”.
Es la primera vez que se presentará en México esta que es una de las tres obras creadas por la escritora en colaboración con Philip Hughes (inglés) y la traductora Psiche Hughes (italiana). Uno de los 60 ejemplares impresos en la Old School Press por Amy Petra Woodward se expondrá en la Galería 526 del Seminario de Cultura Mexicana desde el próximo sábado.
Experiencia enriquecedora
Nuestro libro objeto, explica Boullosa, ‘‘enriquece la lengua colectiva porque es el resultado de una experiencia interidentidades, interlenguas, intergeneracional y entre géneros también. Hay que pelear siempre el espacio de la comunidad en el arte y las coautorías, pues es muy enriquecedor y fructífero, muy distinto al trabajo literario que se hace en soledad, encerrado en esa piel abstracta que es el papel”.
En su faceta de académica, los jueves de febrero y marzo impartirá en el Antiguo Colegio de San Ildefonso un seminario acerca de varias autoras hispanoamericanas ignoradas, ‘‘con las que he estado intentando rescribir un canon en el que las protagonistas sean mujeres, porque siempre se les pone como marginales, excepcionales o monstruosas.
‘‘Ahora está muy de moda el asunto, pero tengo 5 o 6 años obsesionada con el tema (el cual forma parte de la cátedra que desde hace más de un lustro imparte en una universidad neoyorquina). Comienzo con Teresa de Ávila y termino con Rosario Castellanos; en medio de ellas están varias escritoras que no se encuentran en el ojo colectivo pero que fueron muy importantes, como Carolina Coronado, la romántica española, poeta extraordinaria, activista contra de la esclavitud; Marieta de Veintimilla, la romántica ecuatoriana, fundadora del primer teatro en Ecuador, quien reivindica el espacio de libertad de las mujeres frente al imperio unísono del Vaticano; o María de Zayas, contemporánea de Cervantes y prácticamente ignorada hoy.
‘‘Quiero regresarles su protagonismo. Quien sale ganando es, sobre todo, la tradición literaria hispanoamericana. No es cierto lo que decía Octavio Paz, que nuestro romanticismo no era verdad o que era mediocre, un café dulzón, basta ver el papel que jugaron las protagonistas mujeres. Ese es el canon verdadero de la literatura hispanoamericana”.
Respecto de Alquimia de los planetas, Boullosa concluye:
‘‘Solemos ver a la Tierra y al paisaje como un territorio a conquistar, y no es así, lo vemos en la tragedia ecológica tan enorme que vivimos. La Tierra es un territorio a respetar y venerar.”
La inauguración de la muestra del libro objeto es el sábado a las 12 horas en el Seminario de Cultura Mexicana (Presidente Masaryk 526, Polanco).
