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Falleció Jaime Humberto Hermosillo, cineasta libre y desafiante de la moral

Su interés principal, diseccionar la hipocresía clasemediera mexicana

 
Periódico La Jornada
Martes 14 de enero de 2020, p. 7

El realizador Jaime Humberto Hermosillo se adaptó a cada época e hizo cine con libertad para mantenerse firme en la trinchera de la producción cinematográfica.

El director de películas emblemáticas, como La tarea o María de mi corazón, falleció ayer en Guadalajara a los 77 años, dejando un importante legado creativo, con el cual desafío convencionalismos sociales y códigos morales.

Fue en su natal Aguascalientes (22 de enero de 1942) donde descubrió su interés por el cine. Creció en el seno de una familia conservadora de la clase media, asunto que reflejó en su filmografía e historias a lo largo de más de cuatro décadas.

En sus primeros cortometrajes, a mediados de los años 60, buscó desentrañar la hipocresía de la sociedad mexicana en Los nuestros (1969), filme que lo perfiló como una de las voces nuevas del cine mexicano; pero su primer trabajo largo, La verdadera vocación de Magdalena (1972), marcó el inicio formal de su carrera como cineasta.

Durante el sexenio presidencial de Luis Echeverría, realizó su primera gran producción, El señor de Osanto, a la cual siguieron varias de sus mejores obras, como El cumpleaños del perro, La pasión según Berenice, Naufragio y Amor libre.

La tarea

En los años 80, la crisis cinematográfica lo obligó a mudarse a Guadalajara y a realizar producciones de forma independiente, de las cuales se desprende Doña Herlinda y su hijo. En la década de 1990 la experimentación y libertad lo llevaron a desafiar la moralidad conservadora en cintas como La tarea y su secuela La tarea prohibida, que causaron revuelo por su contenido sexual.

Su obra e influencia han marcado la pauta para generaciones de cineastas que exploran sin restricciones temas que habían sido mal vistos por la sociedad mexicana. Hermosillo también fue uno de los fundadores de la Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara.

En 2017, el cineasta dijo: Hace dos años me lo propuse y ya estoy haciendo cine independiente, con nuevos recursos técnicos, los digitales. No quiero hacer películas con enormes presupuestos, sino con gran libertad. No hay que presentar a una productora un guion con el que se asuste. Ahora se puede hacer cine con la mayor de las libertades. También soy mi distribuidor. Abrí todas las redes sociales y he entablado relaciones con gente dentro y fuera del país para enviar mis cintas. Ya no tengo que pedir permiso al productor, lo que garantiza mayor difusión de manera sencilla.

En 2013, al recibir la medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico 2012, consideró: “Espero que se encienda una luz sobre mí y mi obra, y me ayude para volver a filmar en 35 mm. Otros premios se pueden recibir dos o tres veces en la vida, pero la medalla Salvador Toscano una sola; además, viene de la Cineteca Nacional, determinante en mi vida y en mi carrera.

Foto
▲ El realizador, en el Festival de Cine de Guadalajara de 2015.Foto Notimex

De acuerdo con el sitio FilminLatino, las películas de Hermosillo “se han convertido en referente obligado para el análisis de la conducta social del mexicano contemporáneo y del retrato que el cine ha hecho de ella. Su tema principal es el interés por diseccionar la hipocresía clasemediera mexicana y abrir la cortina detrás de la cual se esconden muchas perversiones. Desarrolló su educación en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC).

“Sus primeros cortometrajes, Homesick (1965) y SS Glencairn (1969), muestran el interés por sus temas y obsesiones más recurrentes: la familia de clase media, la sexualidad y la ruptura del orden moral.

“El mediometraje Los nuestros (1969) lo colocó en la mira de la crítica y lo perfiló como gran promesa del cine mexicano. Para los años 80, la crisis cinematográfica lo obligó a centrarse en el cine independiente y radicar en Guadalajara. Durante dicha etapa su filmografía tuvo como punto culminante la película Doña Herlinda y su hijo (1984), la cual se consideró como la comedia más abiertamente gay del cine mexicano.”

Hermosillo recordó: “María de mi corazón fue seleccionada para una Muestra Internacional de Cine de la Cineteca, pero tuvo algunos problemas: Alejandro Pelayo me dijo: ‘No la vamos a poder exhibir porque no se hizo mediante los sindicatos’. Le llamé y le dije: ‘No cobren al público por verla, pero les pido que la mantengan en la programación’. Así logramos burlar ese obstáculo de la censura, pero a lo largo de mi carrera la he enfrentado de muchos tipos”.

Reacciones

Luego del anuncio de su deceso, Guillermo del Toro expresó en redes sociales: “ Falleció mi maestro. Uno de los grandes y una persona que transformó la cultura fílmica en Guadalajara. Siempre un hombre digno, valiente, transgresor y coherente. Ver La pasión según Berenice me hizo creer que se podía ser cineasta en provincia”.

El Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) publicó: Gran provocador de nuestras pantallas a través de su cine, Jaime Humberto Hermosillo siempre exploró temas incluyentes y valiosos, como la diversidad o la expresión plena de nuestra identidad. Gracias. Seguiremos mirando tus historias de osadía y libertad.

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura sostuvo: Deja un importante legado a la cinematografía nacional y latinoamericana. Su obra desmitificó realidades culturales y sociales de México.

La Filmoteca de la UNAM lamentó la irreparable pérdida del gran director mexicano. Egresado del entonces CUEC sus películas se han convertido en referente obligado para el análisis de la conducta social del mexicano contemporáneo.

En tanto, la Secretaría de Cultura federal llevará a cabo diversas acciones para rendirle homenaje, dijo Alejandra Frausto, titular de la dependencia.