Todos los rubros de la inversión fija bruta (IFB) cayeron en octubre pasado frente al mismo periodo de 2018. La baja en el indicador la ubicó en su nivel más reducido desde enero de 2014, tras nueve meses consecutivos de pérdidas y un desplome en el rubro de la construcción, revelan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En suma, los recursos que se destinaron a maquinaria, equipo y construcción se redujeron 8.7 por ciento respecto del año anterior y lo hicieron en 1.5 frente a septiembre de 2019. Ambas cifras son desestacionalizadas.

Los efectos inmediatos se ven en un revés para el empleo y a largo plazo en la baja de perspectivas de crecimiento para los años siguientes, explicaron especialistas.

Cuando la inversión cae, limita el crecimiento económico a largo plazo. En el caso de México, ya tenemos nueve meses consecutivos de reducciones en términos anuales. Esto lo que nos da es que el crecimiento, al menos los siguientes tres a cinco años, es difícil, incluso que alcance 2 por ciento, explicó en entrevista Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base.

Los datos reportados ayer acompañan una tendencia a la baja de la inversión fija bruta, luego de que en enero del año pasado, a un mes de iniciada la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la IFB alcanzó su segundo nivel más alto desde que se lleva registro.

Sin embargo, para octubre, construcción y maquinaria tuvieron retrocesos anuales de 8 y 9.5 por ciento, respectivamente, y de 1.7 y 1.8 por ciento frente a septiembre de 2019.

El deterioro gira en torno a la construcción, donde la inversión se encuentra en los niveles más bajos desde febrero de 2006. En su interior, el componente no residencial se redujo 9.4 por ciento anual y 1.7 frente a septiembre, mientras el residencial lo hizo en 5.9 y 1.2 por ciento, respectivamente.

En cuando a maquinaria y equipo de origen nacional, la IFB tuvo una caída de 6.1 por ciento anual y 6.3 mensual, mientras en recursos importados se desplomó 11.1 frente a octubre de 2018 y tuvo un incremento de 1.4 mensual.

Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex, explicó que los efectos seguirán de manera indefinida, hasta que no se concrete la inversión que no se realizó desde un inicio. Pero también hubo efectos inmediatos. Por ejemplo, el deterioro en la construcción y su contagio a otros sectores. Es una cadena, se afectan el empleo, el consumo y la demanda, manifestó la economista.

De acuerdo con el Inegi, los bienes importados vieron un incremento de 0.8 por ciento respecto de septiembre, pero se incrementó 1.5 por ciento a tasa anual. Los bienes de origen nacional aumentaron 0.7 por ciento y los importados 8.2.

Víctor Gómez, subdirector de análisis económico de Finamex, dijo que el mercado ya incorporó la baja en inversión que lleva 2019, al grado de que las expectativas de crecimiento para al menos los próximos cinco años se ajustaron alrededor de 2 por ciento.

Al haberse contraído la IFB de acuerdo con los registros más recientes, se espera que, como rebote, en 2020 promedie cercana a cero.