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Nueva temporada de obra inspirada en ‘‘un acto de canibalismo consensuado’’
 
Periódico La Jornada
Martes 14 de enero de 2020, p. 6

Inspirada en la historia real de un hombre que encontró por Internet a otro para cometer ‘‘un acto de canibalismo consensuado”, en 2001 en Alemania, que fue documentado como el caso del caníbal de Rotemburgo, la obra Un acto de comunión comenzó ayer nueva temporada en el teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque.

El monólogo del dramaturgo argentino Lautaro Vilo, dirigido por Julio César Luna, con actuación de Antón Araiza, retoma del caso real sólo el hecho consumado para crear un personaje y una ficción en la que se ve reflejada la ansiedad, el encierro y la soledad del protagonista, explicó el actor.

De acuerdo con el director de escena, la obra es la historia de un individuo que habla desde su infancia y el por qué de su construcción sicológica hasta llegar al acto de canibalismo consensuado.

El autor, añadió Araiza, retomó sólo una parte de la historia real para armar otra un poco romantizada, alejada de lo que ocurrió. Sin embargo, el relato dramatúrgico no deja de reflejar, en voz del personaje de ficción, acciones muy fuertes. A partir del monólogo recurrieron a una sicóloga para tratar de entender los motivos clínicos y sicológicos del personaje de ficción, cómo el individuo en la obra al final llega a ejecutar su mayor fantasía, la cual surge de ver a un infante apoderarse de lo que más quiere: comerse su pastel de cumpleaños.

En el caso de Henrik, protagonista de esa historia, comprende que para conservar aquello que eventualmente lo va a abandonar, hay que comérselo. Sin embargo, nadie le explica que ese acto conlleva cierta carga moral y social. ‘‘El personaje en su mente genera un pensamiento, para él correcto, cuando para la sociedad no lo es, y de eso se da cuenta hasta que lo ejecuta”, relató Araiza.

El personaje de la vida real, que permanece en prisión, no por canibalismo sino por eutanasia, refirió el actor, ‘‘no podía entender que había hecho mal, toda vez que para él había ejecutado una acción consensuada”.

La idea de representar e interpretar al personaje de ficción ‘‘es la de señalar cómo estamos más pendientes de lo que hace el otro que de nuestras acciones. Estamos más pendientes si lo que hizo el otro es moral o sicológicamente aceptable”.

Límites del deseo y soledad

En Un acto de comunión se exploran los límites del deseo y la soledad; los singulares apetitos pornográficos, amorosos y existenciales de un hombre solo, vulnerable e indefenso que desea satisfacer su instinto, que busca desesperadamente compañía, la cual para conservar eternamente necesita alimentarse literalmente de ese acompañamiento.

Las funciones de Un acto de comunión son lunes y martes a las 20 horas en el teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte,estación Auditorio del Metro).La temporada finaliza el 10 de marzo.