Sociedad y Justicia
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Yum Balam devolverá 53 hectáreas a la IP; peligra su estatus de área protegida

Construirán hoteles, villas y área comercial

 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de enero de 2020, p. 33

Por un error en la delimitación que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hizo en la zona federal marítima terrestre en la isla grande Holbox, parte del área de protección de flora y fauna Yum Balam (al norte de Quintana Roo), deberá devolver 53 hectáreas a la empresa Península Maya, aunque el mayor riesgo son los 20 amparos pendientes que existen en contra del programa de manejo y del área natural protegida, advierten organizaciones.

Una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó a la dependencia la restitución de esas tierras a la empresa, tras resolver los amparos que ésta interpuso. Aun así, ambientalistas advierten que los amparos aún no se resuelven y que pueden hacer que Yum Balam pierda su estatus de área protegida.

El año pasado la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente presentó ante el juzgado séptimo de distrito de Quintana Roo un recurso para proteger el área, ya que en 2018, cuando se publicó el programa de manejo del sitio, propietarios privados y ejidales presentaron diversas demandas de amparo en con-tra del mismo y del decreto de creación del área protegida.

El argumento fue que habría afectaciones a sus derechos de participación, propiedad y legalidad. El decreto de creación del área protegida es de 1994 y el programa de manejo está orientado a regular la conservación y uso sostenible de Yum Balam, además el sitio es considerado Humedal de Importancia Prioritaria Internacional bajo la Convención Ramsar, indicó la organización.

Yum Balam tiene alrededor de 152 mil hectáreas de superficie, posee también arrecifes y dunas costeras. Es hábitat de más de 90 por ciento de las aves endémicas de la península de Yucatán, de tortugas marinas en estado de protección especial como la carey y la caguama, de tiburones ballena y delfines, así como de especies terrestres en peligro de extinción como el jaguar.

La empresa Península Maya Developments preveía desarrollar el proyecto La Ensenada para construir 875 villas y condominios –en 980 hectáreas–, tres hoteles, un área comercial, canales y un puerto, entre otras obras, para recibir a 6 mil turistas y trabajadores. Todo esto en áreas de lagunas, manglares y vegetación de predios que hasta hace unos años fueron huertos cocoteros.

En 2014 la empresa retiró la Manifestación de Impacto Ambiental que estaba en evaluación en la Semarnat.

Con el acuerdo que la institución publicó en el Diario Oficial de la Federación para restituir las 53 hectáreas a la empresa, quedó sin efecto la declaratoria que tenía la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas del acuerdo de destino –que es el poder de una dependencia para determinar el uso y aprovechamiento de una superficie–. Las coordenadas estaban mal y entraba en el predio de algunos particulares, quienes se ampararon y ganaron.