Aunque cada uno de los movimientos sociales que han ocurrido en los últimos meses en diversos países tienen un origen puntual, todos poseen un trasfondo común: la lucha contra estructuras neoliberales que han empobrecido a la población trabajadora, señaló Ricard de Vargas Golarons, escritor e historiador catalán.

En el contexto de la presentación del documental La sentència del carrer, el militante libertario catalán dijo a La Jornada que todos estos movimientos de libertad surgidos en Ecuador, Chile, Colombia, Francia, Hong Kong y Cataluña son reacciones al capitalismo salvaje y especulativo que ha llevado a la población obrera, e incluso a las clases medias, a proletarizarse y estar más explotadas que nunca”.

Advirtió que este modelo depredador ya no da para más, e insistió en que su sello es crear miseria e injusticias sociales, por una parte, mientras otro sector acumula cada vez más dinero por medio de la especulación, además de que ha contribuido a la crisis climática que se experimenta actualmente, pues dado que el objetivo es la ganancia económica, se explotan de manera desmedida las materias primas y, en general, los recursos naturales.

“En mi país, Cataluña, hay muchos más pobres, gente que no tiene nada. Este sistema ha creado unas injusticias sociales mucho más grandes. Esto lo que provoca es que la gente que no tiene nada que perder, que no tiene trabajo ni seguridad social, actúe. Como ocurrió en Chile, que les subieron el metro. Como no cuenta con nada, entonces debe actuar, ya no tiene más remedio que salir a defender su sobrevivencia.

En Cataluña hay un Estado que nos oprime y explota, pero también esta base social depredadora capitalista que está creando inmensas capas de juventud sin trabajo, sin posibilidades de nada, y esto está explotando. Es una reacción de autodefensa y sobrevivencia, pero también con características revolucionarias contra un neoliberalismo y capitalismo especulativo y financiero que llega a su fin.

En el caso de Cataluña, donde desde 2017, tras el referendo de independencia, aprobado por los votantes pero suspendido por el Tribunal Constitucional, las protestas arreciaron, y en octubre y noviembre pasados volvieron a detonar por las sentencias dictadas a los líderes del proceso independentista, sostuvo que tarde o temprano” el gobierno español tendrá que ceder a la demanda.