ntre los funcionarios públicos mexicanos hay una frase que dice que prioridad que no se refleja en el Presupuesto de Egresos, no es prioridad
. Se refiere a que por más discursos y declaraciones, y se diga que un tema es relevante para México, si en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) no hay recursos específicos asignados al tema en cuestión, es solamente un discurso.
Lo que recientemente se aprobó en el PEF 2020 y lo que se destina a los mexicanos en Estados Unidos raya en el insulto. El presupuesto asignado es un reflejo aun más claro de la voluntad presidencial en virtud de la composición de la Cámara de Diputados, que aprueba el presupuesto y cuya mayoría reside en el partido de AMLO. Más aun, él mismo se ufana de que no le movieron ni una coma a la propuesta que su gobierno envió. Lo menos que se puede decir es que no somos prioritarios ni le interesamos mucho. Quizá no está por demás recordar que los recursos del PEF no es su dinero o de sus diputados sino de nosotros, los que pagamos impuestos
En números redondos, al rubro “Protección, asistencia y servicios eficientes y suficientes para los mexicanos en el exterior…” se destinaron en 2019, 564 millones de pesos y en 2020 según el PEF aprobado se destinarán 579 millones de pesos. En 2019 se asignaron 58 millones de pesos para el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) y en 2020 se destinarán 59 millones de pesos.
El incremento es ridículo, inercial y no podría representar un cambio sustancial en la política del gobierno de AMLO hacia los mexicanos en el exterior, particularmente hacia los que viven en Estados Unidos y que representan más de 90 por ciento de los que viven en el exterior. Es aún más ridículo si tomamos en cuenta que 2020 será particularmente intenso para la comunidad mexicana en Estados Unidos en virtud del ambiente antinmigrante que se respirará alrededor de la campaña presidencial.
Contextualmente, 580 millones de pesos para los mexicanos en Estados Unidos contrastan con los más de mil 800 millones de pesos que se destinarán a la participación activa en los foros multilaterales
o a los más de 4 mil 500 millones de pesos que se usarán para vínculos políticos con el exterior
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Esos 580 millones de pesos que se van a destinar para atender a los paisanos, equivalen a 30 millones de dólares. Sólo para poner las cosas en perspectiva, esos mismos paisanos envían anualmente 35 mil millones de dólares a los hogares mexicanos, es decir, más de mil veces que lo que el gobierno de AMLO destinará para atenderlos. Mal negocio.
Pasemos al IME. Tres millones de dólares ni remotamente son suficiente para cumplir con los objetivos y misión de ese instituto. Insisto, solamente para dar una dimensión de esas cantidades, el condado de Montgomery en el estado de Maryland destina medio millón de dólares por año para atender a los migrantes. Tres millones de dólares, de los cuales la tercera parte se va en gastos operativos, son ridículos para atender las necesidades de educación o salud de los mexicanos que viven en Estados Unidos.
El IME fue creado en el sexenio de Vicente Fox con la idea de impulsar una nueva perspectiva desde México para los mexicanos en Estados Unidos. Para escucharlos, atenderlos y ayudar, desde México a que se desarrollen de mejor manera en Estados Unidos. Ha tenido épocas buenas y malas, titulares comprometidos con la causa y oportunistas o estorbos políticos a quienes no se sabe dónde acomodar.
Si no se cree en el IME como mecanismo de vinculación con la comunidad mexicana en Estados Unidos y coadyuvante en su desarrollo, es mejor desaparecerlo y asignar sus funciones a los consulados, que tienen una vinculación real y cotidiana con las comunidades. Se suponía que el IME sería complementario a los consulados, rebasados por cuestiones operativas y también por la falta de recursos. Mantener al IME sin dotarlo de recursos básicos para el cumplimiento de su misión es también un acto de corrupción porque explícitamente se están tirando recursos que se derivan de nuestros impuestos.
Ya hemos dicho que el Estado mexicano y este gobierno en particular desperdician a su comunidad en Estados Unidos. El PEF 2020 es una demostración más, por si hacía falta, del desinterés en esta comunidad. Se podrá argumentar que hay ajustes, transferencias de partidas, que se hace bastante, etcétera, pero el escenario seguirá siendo esencialmente el mismo. En realidad no hay presupuesto para los paisanos porque no hay política hacia esa comunidad. Total, ya se fueron y ni siquiera votan.
*Presidente de Mexa Institute
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