Madrid. El vicepresidente de Cataluña, Pere Aragonés, aseguró ayer que los partidos que forman el gobierno catalán plantearán al gobierno del socialista Pedro Sánchez la amnistía a los políticos catalanes encarcelados y la retirada de las causas judiciales relacionadas con el proceso independentista, horas después de que Sánchez juró ante el rey Felipe VI como presidente de gobierno español en coalición con la formación de izquierda Unidas Podemos.

El ejecutivo catalán, Quim Torra, y el gobierno de Sánchez empezaron a hacer los contactos necesarios para fijar una mesa de negociación entre ambos gobiernos que irá precedida de un encuentro entre presidentes en los próximos días.

El fin de la represión será una de las cosas que pongamos encima de la mesa, y pasa, entre otras cosas, por el retiro de las causas judiciales, aseguró en entrevista con la radio catalana el dirigente de la formación independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

El líder del partido es Oriol Junqueras, quien fue vicepresidente de Cataluña y hoy se encuentra en prisión cumpliendo una condena de 13 años impuesta por el Tribunal Supremo español por su participación en el movimiento independentista de 2017.

Aragonés destacó que una ley de amnistía permitiría resolver la situación de los miembros del antiguo gobierno catalán que permanecen en prisión, algo que el independentismo quiere poner sobre la mesa de negociación con el Ejecutivo español.

Si se niegan, tendremos que insistir y trabajar con calma. Cualquier medida contra la represión debe contar con los represaliados, dijo el líder catalán sobre las medidas que su gobierno propondrá en las futuras negociaciones, que comenzarán a finales de enero.

La mesa bilateral entre los gobiernos de España y Cataluña es una de las condiciones que ERC trasladó al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez para facilitar la investidura del líder, con la abstención de sus 13 diputados en el Congreso.

Durante estas negociaciones cada parte tendrá libertad de hacer las propuestas que quiera y la otra parte estará obligada a valorarla, recordó Aragonés.

Tras admitir que el acuerdo con el PSOE fue un riesgo por el cual ERC pagará un precio, el líder independentista afirmó que asumir contradicciones como la negociación con el gobierno español es la única forma de avanzar para el independentismo.

Sobre las futuras conversaciones con el Estado, que todavía no tienen fecha, Aragonés aseguró que será una interlocución fluida entre los dos presidentes Sánchez y Torra.

El presidente de Cataluña debe encabezar la delegación catalana en la mesa de diálogo con el gobierno español, mencionó el coordinador republicano, cuya formación también llevará a la mesa la realización de un referendo de independencia y una agenda de recuperación de derechos y libertades.

Según el acuerdo, la mesa bilateral deberá instalarse 15 días después de la investidura de Sánchez, por lo que la reunión entre presidentes tendrá que llevarse a cabo con anterioridad.

El presidente de Cataluña comenzó además una ronda de contactos con los diferentes actores políticos y entidades del independentismo para definir los contenidos, las condiciones y las garantías de la nueva etapa de negociación con el gobierno español.