Hace siete años Anabel Avispa Ortiz conquistó el título mundial en peso mínimo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y desde entonces lo conserva después de 12 defensas. Una campeona sólida y sin sombra en su organismo, pero con poca proyección en México. Por eso, cuando surgió la posibilidad de buscar un lugar para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, vio una opción para trascender por otras rutas.

Si había logrado el anhelo de todo boxeador, un título mundial y su permanencia en el campeonato, y el horizonte parecía agotado, sólo quedaba la opción de representar a su país en la máxima competencia deportiva del planeta.

Una decisión difícil, pues desde que el Comité Olímpico Internacional abrió la puerta a la participación de profesionales en el boxeo, diversas instancias han rechazado, e incluso amenazado de sanciones, que los peleadores intervengan en competencias amateur.

Cuando recibí la invitación para participar me emocioné y decidí hacerlo, sin importar si eso ponía en riesgo mi campeonato del mundo, cuenta Anabel; ya sé lo que es ser monarca del orbe y me he mantenido vigente desde hace siete años, pero no sé lo que es convertirse en campeona olímpica, la gloria más grande para un deportista en nombre de su país.

Anabel confiesa que el miedo a perder oportunidades en los organismos de boxeo contuvo a muchos peleadores para participar en las eliminatorias, que se realizarán del 20 al 25 de enero en Guadalajara.

Yo dije: voy, no me interesa que me castiguen, recuerda Anabel; hablé con mi organismo y les pedí: sólo avísenme si me desconocen como su campeona.

Para tranquilidad de Anabel, la AMB le manifestó su apoyo y el fin de semana pasado publicó un comunicado donde desea suerte a los profesionales mexicanos que deseen participar en las eliminatorias y consigan boleto a Tokio 2020.

Cuando yo levanté la mano para participar, otros se animaron, relata; pero sí afectó que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) amenazara con sanciones; deben entender que somos los peleadores quienes le damos vida a los organismos, no al revés.

Sólo AMB ha hecho público su apoyo a la participación de profesionales, la Organización Mundial de Boxeo y la Federación Internacional de Boxeo; sin embargo, no se oponen. El CMB es el único organismo que rechaza esa modalidad y advierte que serán suspendidos los peleadores; el argumento que esgrimen es el peligro que representa mezclar dos tipos de boxeo y limitar el acceso a los Juegos para los amateurs.

No entiendo esa postura, afirma Anabel; las mujeres, por ejemplo, somos muy mal pagadas en el boxeo, nos cuesta mucho conseguir peleas y la posibilidad de ir a Tokio puede significar un impulso tremendo para nuestras carreras, además de cumplir un sueño que no se compara con nada.

Una vez que termine su participación en la eliminatoria de profesionales, Anabel volará a China donde defenderá su título en febrero. Mientras hace trabajo doble, para la defensa, y para adaptarse al estilo amateur.

El responsable de integrar a los profesionales en esta eliminatoria, Héctor García, asegura que es importante el anuncio que hizo la AMB, pero considera que llegó tarde.

Sólo quedan dos semanas para la eliminatoria, explica García; es un tiempo muy corto para que un peleador tome la decisión de participar, aún así se han interesado más candidatos que antes de esa carta.

García lamenta el rechazo del CMB pues asegura que limitó la participación de boxeadores que estaban interesados.

Integramos un grupo de mucha calidad, pero pudo ser más nutrido si el CMB no hubiera amenazado con sanciones. Todos los organismos estuvieron de acuerdo, excepto éste, tenemos el enemigo en casa, agregó García.