Los mexicanos dejaron de solicitar crédito bancario para la adquisición de vehículos nuevos a lo largo de 2019 por la desaceleración de la tasa de crecimiento del empleo formal registrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desde el segundo semestre de 2018, el refinanciamiento de préstamos por algunos clientes y la baja actividad económica, según un reporte de BBVA Research, área de investigación de BBVA.

De acuerdo con el estudio Situación banca México al segundo semestre de 2019, la desaceleración del crédito otorgado por la banca para la adquisición de automóviles nuevos se explica principalmente por la caída de las ventas de vehículos entre enero y septiembre de 2019, que tuvieron una contracción de 7.5 por ciento respecto del mismo lapso de 2018.

Desde junio de 2017, indicó, comenzaron a presentarse las tasas negativas de comercialización de autos en el país. Si bien las ventas anuales han disminuido desde hace poco más de dos años, esto también se ha reflejado en el número de vehículos que se han comercializado con financiamiento, ya sea bancario o no.

Sólo de enero a septiembre de 2019 la venta de automóviles con financiamiento se redujo 10.4 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2018, según BBVA.

Es posible que las menores ventas de vehículos estén asociadas con varios factores, como en su momento fue la contracción del salario real promedio del IMSS durante 2017, la desaceleración del ritmo de crecimiento del empleo formal que se registró a partir del segundo semestre de 2018 y ha continuado a la fecha, y la importante baja que la actividad económica registró en 2019.

Según las cifras más recientes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, hasta noviembre pasado la cartera de crédito automotriz de la banca mexicana se situó en 147 mil 200 millones de pesos, lo cual representa un crecimiento de 5.9 por ciento en comparación con el mismo lapso de 2018.