A diario, cada hora, muere un diccionario en México porque alguien escribe de manera incorrecta. En son de broma, la poeta Sonia Silva-Rosas pone el dedo en la llaga de uno de los problemas educativos del país: un alto número de la población no sabe ortografía ni redacción.

A partir de ello, la catedrática de la Universidad Emiliano Zapata, en Nuevo León, se dio a la tarea de elaborar un manual de esas materias dirigido sobre todo a niños y jóvenes, pero que puede ser útil a personas de todas las edades.

Hola, ¿qué haces? es el título de ese libro publicado por editorial Noctis. En charla con La Jornada, Silva-Rosas señala que el propósito de este breve manual es ayudar a los niños y jóvenes, así como a todos los interesados, a aprender las reglas de ortografía de forma sencilla y divertida.

Sé que existen miles de libros sobre el tema; sin embargo, la mayoría de los autores lo tratan de la misma forma: repetitiva, monótona y aburrida, con lo que alejan a los estudiantes de los talleres de redacción, explica.

“Sobre todo los jóvenes dan por hecho que ‘ya saben’ de ortografía porque pueden escribir, pero qué lejos están de comprender que no basta con hablar, escribir y entender lo que se les dice en nuestra lengua, que es necesaria la unidad en nuestro idioma para evitar ambigüedad y confusión.”

Según la autora, resulta preocupante que estudiantes del último grado de educación universitaria e incluso profesionistas desconozcan aspectos tan básicos como separar en sílabas las palabras o las reglas de acentuación, y no se diga el uso de las comas.

En Hola, ¿qué haces?, tales temas son abordados con metodología accesible y lúdica, lenguaje llano y recursos gráficos como los memes, tan en boga entre la actual juventud.

Para Silva-Rosas, uno de los principales problemas en esta materia es cómo enseñar las reglas de ortografía y redacción sin que los alumnos caigan en el aburrimiento y la apatía y fracasen en el intento.

En su opinión, hablar de reglas esfuma desde el primer momento la disposición y la voluntad del educando para aprender a redactar de manera correcta.

Es una palabra que para los jóvenes, rebeldes por naturaleza, representa una imposición, una obligación, y, por consiguiente, algo que orilla a la repetición, la monotonía y lo no práctico.

El citado manual puede ser adquirido en las redes sociales de la autora, Facebook y Twitter, donde aparece con el nombre soniasilva-rosas.