ólo los niños creen en los Santos Reyes por los juguetes que les traen. Pero recién comienza el nuevo año y los mayores recibimos regalos muy preciados, especialmente en la Ciudad de México. Por ejemplo, la orden presidencial para que las instalaciones del Campo Marte y las del deportivo del antiguo Estado Mayor Presidencial no se utilicen más como antros. El ruido causado por la música utilizada en esos lugares alteró severamente la tranquilidad de quienes habitan las colonias vecinas. Ahora sólo se realizarán eventos que no alteren la paz ciudadana. El dinero recaudado por alquilarlos servirá para apoyar en sus estudios a los hijos de los militares que pierden su vida combatiendo la delincuencia.
Del problema se ocupó extensamente Salvador Camarena en su columna de El Financiero, haciendo hincapié en que el ruido es uno de los contaminantes más persistentes y menos controlados en la ciudad. Según el doctor Alejandro Prado Abarca, eminente otorrinoloringólogo, más allá de ciertos decibeles afecta severamente el sistema auditivo, a otras partes del cuerpo humano y a la fauna local. Y a los árboles, también seres vivos. Sin embargo, las normas para evitar males a la salud no se cumplen en la ciudad de México y su área conurbada y las instancias oficiales carecen de los equipos para medir la contaminación auditiva. Tampoco se atienden las denuncias ciudadanas. Como ocurre con las que presentan a la alcaldía Cuauhtémoc vecinos de las colonias Roma-Hipódromo-Condesa.
Siguiendo el ejemplo presidencial, la jefa de gobierno de la ciudad ordenó que los conciertos que se realicen en el Monumento a la Revolución y en las 16 alcaldías, se apeguen a la norma vigente sobre ruido, a fin de no alterar la tranquilidad de la población. También se obligará a que los antros, lugares de esparcimiento y los reventones que se celebran en casas particulares no excedan los decibeles que marca la ley.
Otro excelente regalo de Reyes es que el río San Javier no será más el basurero que afecta a los habitantes de colonias como El Arbolillo 1 y Acueducto de Guadalupe, en la alcaldía Gustavo A. Madero. La cuenca de México llegó a ser privilegiada por sus ríos. Más de 45. La inmensa mayoría de los que corresponden a la capital del país se entubaron
y sobre ellos ruedan miles de vehículos. En el caso del San Javier, ha habido propuestas para sepultarlo bajo el asfalto, cuando debe ser fuente de humedad y lugar de esparcimiento de los vecinos. Hoy en él se tiran animales muertos, cascajo de construcciones, basura doméstica y negocios diversos, desechos químicos que provienen también del estado de México. Antes en el San Javier había fauna acuática y se podía nadar. Hoy, es un peligro para la salud. En devolverle su calidad ambiental participará la población ribereña. De igual modo, se garantizará el buen estado del Canal Nacional y, luego de 20 años de promesas incumplidas y mucho dinero gastado, el río Magdalena, de Contreras, será una cuenca cristalina.
Más buenas noticias: se dictarán estrictas medidas para regular el uso de las motocicletas en la capital del país. Hoy circulan sin un reglamento que impida accidentes para los que las conducen, los peatones y los conductores de vehículos automotores. Las calles de la ciudad se convirtieron en tierra de nadie de los que manejan ese medio de transporte. Además, los motociclistas que laboren para negocios de reparto de comida o mercancías gozarán del sistema de seguridad social. Hoy no lo tienen.
Y aún hay más: en las 16 alcaldías de la ciudad de México funcionan 329 mercados públicos. Pero más que lugares de abasto de mercancías muchos se convirtieron en expendios de la más diversa comida. Hasta japonesa. En diciembre pasado hubo incendios en tres de ellos: en el Abelardo Rodríguez, el de San Cosme y el mayor ocurrió en el tradicional de La Merced. La autoridades prometen revisar todos los mercados para verificar el estado en que se encuentran y, muy especialmente, las instalaciones de gas y electricidad. Más que por deterioro, dicen los funcionarios, el peligro proviene de instalaciones irregulares de ambos insumos energéticos.
Por espacio, no incluimos otras medidas gubernamentales para mejorar este año la calidad de vida de la ciudad capital y el resto de país. Daremos cuenta de algunas el lunes próximo.