El Colectivo Libertario Zapata Vive demandó la libertad de tres de sus integrantes retenidos en la Casa de Justicia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) ubicada en San Luis Acatlán, Guerrero, acusados de delitos que, aseguró, no cometieron. Además señalaron que en su asamblea de diciembre pasado las autoridades comunitarias acordaron la libertad de sus compañeros.

En un comunicado, el colectivo dio a conocer que desde hace más de tres meses Adriel Mosso, Santiago Zamora y Luis Martínez están injustamente en una cárcel que controla un grupo aliado de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero (Upoeg), el cual se ha adueñado de la casa de justicia de San Luis Acatlán, que pertenece la CRAC-PC.

Explicaron que sus compañeros están encerrados desde el 29 de septiembre de 2019 porque pertenecen al Colectivo Zapata Vive y los acusan de haber liberado a un preso que estaba encerrado sin haberle probado delito alguno.

Denuncian amenazas

El colectivo dio a conocer que a cambio de la libertad de sus tres integrantes los comunitarios piden que se entregue a la compañera Kenia Hernández, para que sea encarcelada y seguramente torturada por este grupo aliado con la Upoeg, que sigue las órdenes del gobierno del estado y que públicamente ha amenazado de muerte a nuestra compañera.

En tanto, policías comunitarios e integrantes de la Upoeg marcharon en Marquelia, en la región de la Costa Chica, para conmemorar el séptimo aniversario de esa organización y reivindicar los derechos de los pueblos a la seguridad pública, a decidir y a organizarse.

Durante la conmemoración, el dirigente de la Upoeg, Bruno Plácido Valerio, señaló que entre las metas de la Unión de Pueblos, se encuentran la erradicación del paternalismo, el derecho a la consulta y formar ciudadanos que defiendan sus derechos.

Agregó que se trabaja en comunidades y municipios de la Montaña a fin de lograr un cambio de régimen de gobierno, para evitar la corrupción y la compra de votos, aunque la Upoeg se inició como un sistema de seguridad y justicia ciudadana que ha formado policías civiles en diversos poblados y municipios de la entidad.

Planteó que es importante no quejarse de las autoridades sino asumir responsabilidades. Una tarea importante es que la gente deje la apatía y se genere mayor participación. La población sigue esperando un salvador, un ideólogo. Se requiere el cambio en cada ciudadano. Si no participamos, los problemas van a seguir.