En la Ciudad de México las infracciones cívicas quedan sin castigo, pues los involucrados nunca se presentan ante un juez, lo que provoca la repetición y agravamiento de estas conductas hasta constituirse en delitos penales, afirmaron vecinos

Lourdes Jiménez y Esther Rojo señalaron que fueron víctimas de infractores de la Ley de Cultura Cívica, quienes no fueron sancionados por una deficiente infraestructura y recursos humanos, y negligencia y corrupción de servidores públicos.

El 31 de diciembre, explicó Lourdes, se dirigía a la iglesia de Santa Rosa de Lima, y al pasar entre los puestos ambulantes se enredó en un cable de luz que estaba en el suelo y cayó, fisurándose la nariz, por lo que intentó presentar una denuncia, sin éxito.

Comentó que en la Fiscalía Desconcentrada Cuauhtémoc 7 no había médico legista y tampoco existe un juzgado cívico; en tanto, Esther fue agredida dentro de su negocio por Teresita de Jesús Cid, quien portaba un cuchillo y una pistola de imitación.

Tres horas después de ser remitida a la Fiscalía Desconcentrada Cuauhtémoc 2, fue liberada y al día siguiente volvió a atacarla, pero ahora con un trinche para asar carne, sin que haya sido castigada, y poniendo en riesgo su integridad personal y seguridad.

Acompañadas de Rafael Guarneros, coordinador del comité fundacional de la Asociación de Residentes Colonia Hipódromo, solicitaron una reforma a la legislación vigente que permita la instalación de salas de audiencia para la presentación de los infractores.

De esta manera, consideraron, su desahogo será ante un juez cívico de manera pública, se evitará la impunidad e impulsará la cultura de la denuncia.

Hoy, a la deficiente infraestructura se suma la falta de recursos humanos y materiales, la negligencia de las autoridades administrativas y la corrupción de algunos malos elementos de la policía y del personal de las demarcaciones, señaló Guarneros.

La policía está sobrecargada de atribuciones derivadas de dicha legislación porque cada remisión les significa tres horas por los trámites a cumplir, y sacrifican la seguridad de los ciudadanos, por lo que planteó la creación de una policía cívica a cargo de las alcaldías.