Aunque 2019 no fue un buen año para la industria automotriz, debido a las bajas ventas en el país y a la caída de la producción y las exportaciones, las empresas del sector mantienen su optimismo para este 2020.

Durante noviembre pasado las ensambladoras establecidas en México reportaron una producción de 300 mil 292 vehículos ligeros, cifra 13.02 por ciento inferior a la reportada en el mismo periodo de 2018, mientras las distribuidoras indicaron que sólo comercializaron 124 mil 797 en el mismo mes del año que recién concluyó.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que esa industria representó 3.7 por ciento del producto interno bruto del país (PIB) en 2017, cifra que se incrementó de forma sostenida a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, año en el que sólo representaba 1.5.

Previo al comportamiento negativo de 2019, ese sector sólo había presentado dos contratiempos desde que comenzó el acuerdo comercial. El primero ocurrió en 1995, cuando redujo su crecimiento 18.8 por ciento respecto del reportado un año antes, originado por la contracción general de la economía.

El segundo fue en 2009, cuando redujo su producción 27.6 por ciento en comparación con 2008, debido a la disminución de la demanda de automóviles a escala global, la cual, a su vez, se originó por la crisis económica de esos dos años.

A días de darse a conocer las cifras sobre el último mes de 2019, esta industria pilar del país no cerrará el año con números positivos. Sin embargo, las ensambladoras no dejan de lado el optimismo. Consideran que el año que comienza será mejor.

Salvador Jordán, gerente de relaciones públicas de Hyundai México, admitió que 2019 fue un año complejo para la industria y esa empresa, pero también comentó que en 2020 tenemos retos.

Juan Carlos Ortega, director de mercadotecnia de esa empresa, comentó que se enfocarán en la red de distribuidores para lograr un posicionamiento de la marca en el país.

Después del paro técnico en las líneas de producción de General Motors en su planta de Silao, Guanajuato, a consecuencia de la huelga de trabajadores afiliados al sindicato UAW (United Automobile Workers) de Estados Unidos, la compañía se prepara para exportar un nuevo modelo de auto subcompacto, el cual ya es ensamblado en su factoría de San Luis Potosí.

De acuerdo con la armadora, 80 por ciento de la producción del nuevo modelo se dirigirá al mercado interno y el resto se exportará a 38 países, aunque no incluirá el resto de naciones de América del Norte a partir de febrero próximo.

No únicamente las automotrices estadunidenses buscan aumentar sus producciones en territorio nacional. La japonesa Toyota también proyecta incrementar el número de unidades con su nueva planta de Apaseo El Grande, Guanajuato.

Las nuevas instalaciones son la segunda planta de la empresa en el país, misma que forma parte de la inversión por 700 millones de dólares que fue anunciada en 2015.