Después de la emotiva victoria en penales, el Monterrey se marchó del estadio Azteca a toda prisa el domingo para viajar ayer en la madrugada de vuelta a la Sultana del Norte convertido en el nuevo campeón de la Liga Mx, el quinto título que consigue en su historia.

Ayer por la mañana, los integrantes del conjunto rayado abordaron un turibús para desfilar por la ciudad y convivir con sus aficionados, a quienes la noche del domingo –insistieron– dedicaban este título, que tardó nueve años en llegar desde el último campeonato que consiguieron.

El acto convocó a cerca de 150 mil aficionados, según información de las autoridades de la ciudad. El recorrido fue del Parque Fundidora a su estadio, donde celebraron con los aficionados. Ahí, entre música y cantos futboleros, los Rayados entregaron simbólicamente el trofeo a sus fieles seguidores.

Lo prometido es deuda, aquí está, es de ustedes y para ustedes, muchas gracias por confiar, por creer en nosotros, los llevo en el corazón, dijo el técnico Antonio Turco Mohamed, quien la noche previa apenas hizo declaraciones, silenciado por la emoción; saben lo que siento por este club, por esta camiseta, todo al cielo.

El Turco no sólo celebró su tercer título como entrenador en México, sino además fue confirmada su continuidad por la directiva de los Rayados e incluso trascendió que tendría un aumento de sueldo del 20 por ciento y extensión de contrato por dos años.

Mohamed llegó en octubre para salvar el torneo del Monterrey, que llevaba un paso bastante irregular y sin aprovechar el potencial de sus figuras. En esas condiciones tan adversas, el argentino se comprometió a sacar lo mejor del equipo y cerrar la campaña con dignidad, por lo que ni siquiera se atrevió a hablar de un campeonato obligatorio para ese Apertura 2019.

Pero el entrenador devolvió la confianza y hambre a sus jugadores y no sólo consiguió meterlos a la liguilla, sino que hizo un papel inolvidable en el Mundial de Clubes, donde complicaron al Liverpool y sus estrellas, para terminar terceros en la competencia.

Por eso, al terminar la serie de penales, en la que América sólo anotó dos y Monterrey cuatro, Mohamed rompió en llanto, en un genuino arrebato emocional que muchos atestiguaron. Recordó a su hijo Farid, fallecido en 2006, un gran aficionado de Rayados, y a la mascota, a quien en su momento prometió hacer campeón al Monterrey. Cuando le preguntaban si dedicaba este título a la memoria de su hijo, Mohamed sólo gesticulaba emocionado.

Mientras, ayer el holandés Vincent Janssen acaparó la atención con su sombrero norteño y al entonar algunos himnos del club. Monterrey, te quiero ver campeón; yo te sigo, yo te quiero, Monterrey, cantaba el europeo.

Mohamed, Rogelio Funes Mori y él fueron los más ovacionados y los más animados durante el festejo.

El año cerró de manera inmejorable para el conjunto rayado, que consiguió el campeonato de Concacaf al vencer a su rival de ciudad, Tigres, y también con el título femenil de la Liga Mx. Monterrey, un campeón indiscutible.