Los recursos provenientes de la venta de bienes del crimen organizado no se harán efectivos en las carreteras de dos municipios con más rezago de Guerrero sino hasta siete meses después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó cheques simbólicos por más de 21 millones de pesos a los ediles de Metlatónoc y Cochoapa el Grande.

Tras pretextar una telaraña de normatividad para que los recursos provenientes de las subastas del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado fueran efectivos, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) postergó de este mes al año siguiente los fallos sobre las licitaciones para las obras de conservación de caminos en ambas localidades.

El 18 de julio pasado, producto de las subastas realizadas por el entonces Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, el Presidente entregó a Edith López Vera y Zeferino Villanueva Galindo, presidentes municipales de Cochoapa y Metlatónoc, respectivamente, un cartón del tamaño apropiado para que fuera visible en la transmisión de la conferencia matutina que diariamente realiza el mandatario.

Más allá de la lámina con el vale impreso, del recurso no se supo nada en los poblados sino hasta tres meses después, cuando el 9 de octubre la SCT suscribió un convenio de colaboración con ambos municipios.

Con este acto los cheques de cartón recibidos el pasado 18 de julio de este año se han convertido en documentos cobrables, los cuales serán pagados a las poblaciones citadas, aseveró la dependencia.

Ese mismo día se licitó uno de los tramos para una carretera en Cochoapa, y el 11 y 12 de diciembre salieron los concursos para otro tramo en ese municipio y uno más en Metlatónoc. Todos los fallos se postergaron para mediados de enero, con el fin de hacer un mejor análisis de las proposiciones recibidas.

En Cochoapa el Grande el rezago incluye vivienda y educación. Incluso, ingresos para alimentación.

De acuerdo con un documento del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, en 2015 el municipio era el único de Guerrero donde 95 por ciento de la población no contaba con ingresos suficientes para comer.

Metlatónoc, en esta década, todavía se contó como la demarcación más pobre de México.