El establecer como obligatoria la firma de un contrato entre empleadores y trabajadoras del hogar –como recomienda la Organización Internacional del Trabajo (OIT)– no servirá para incentivar la afiliación de estas últimas al Seguro Social, en gran medida porque aún persisten obstáculos culturales que impiden ver las labores domésticas como una actividad remunerada.

Así lo advirtió la académica universitaria Renata Turrent, quien consideró que para aumentar el número de trabajadoras del hogar que gozan de prestaciones sociales es necesario hacer más sencillo el proceso de registro de las beneficiarias ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y colocar centros de registro en lugares específicos.

“Si bien las recomendaciones de la OIT pueden servir, no creo que la formalización, el solo hecho de tener contrato, vaya a incrementar el número de afiliaciones, porque la dinámica entre un empleador y una trabajadora del hogar es compleja y no es tan fácil pedir ‘fírmame un contrato’ y que te digan que sí”, indicó la profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En opinión de Turrent, quien ha realizado diversos estudios sobre el tema, uno de los principales frenos para la incorporación de las trabajadoras del hogar a los esquemas de seguridad social es el hecho de que muchos empleadores siguen sin comprender que se trata de una actividad laboral que debería tener remuneración y prestaciones como cualquier otra.

“La mayoría de la gente que puede emplear trabajadoras del hogar son de clase media o alta que tiene la idea de la servidumbre –que viene desde la época de la Colonia– de que sus empleadas las ‘ayudan’ en la casa, cuando no es ayuda, sino trabajo, o que son buenas con ellas porque les dan la ropa que ya no se ponen, en vez de pagarles bien”, enfatizó.

El reto cultural es mucho más fuerte que el económico y, por lo tanto, el cambio será más lento. La forma más rápida para afiliar a las trabajadoras del hogar al Seguro Social sería facilitar el proceso de inscripción ante el IMSS y poner centros de inscripción en lugares específicos, añadió.

En este momento, dijo, no hay multas para empleadores que no afilien a las trabajadoras del hogar, pues primero debe concluir el programa de registro voluntario.