Pese a que en este año de Europa retornaron Guillermo Ochoa, Carlos Salcedo y Miguel Layún, el ex mediocampista Israel Castro, quien jugó en el Toledo de la Segunda División de España, señaló que el trabajo que han hecho los mexicanos en el exterior ha servido para abrir puertas a otros tricolores.

“Aunque algunos no están en equipos top, ha sido benéfico para el futbol mexicano porque da prestigio, ayuda a la selección y hace que volteen a ver al balompié tricolor”, apuntó.

Destacó que ganar un lugar en el cuadro titular en los planteles europeos es complicado porque al llegar como extranjero se tiene que hacer un doble esfuerzo, siempre se espera más de los jugadores foráneos, pero sí tienes un carácter competitivo será un poco más fácil.

En 2019, unos 10 mexicanos dejaron los clubes europeos en los que estaban para regresar a México o migrar a la MLS. Uriel Antuna y Marco Fabián firmaron a inicio de año con el LA Galaxy y el Philadelphia Unions, respectivamente.

Carlos Salcedo (Tigres), Miguel Layún (Monterrey), Antonio Briseño (Chivas), Oswaldo Alanís (Chivas), Guillermo Ochoa (América) y Diego Reyes (Tigres) fueron los jugadores que decidieron regresar a la Liga Mx.

No obstante, Diego Lainez saltó al balompié europeo a finales de 2018 al firmar con el Real Betis y Edson Álvarez fichó en julio con el Ajax. A su vez, Raúl Jiménez se ha consolidado como delantero con el Wolverhampton e Hirving Lozano dejó al PSV Eindhoven para firmar con el Nápoles, de Italia.

Castro indicó que incluso el retorno de los jugadores mexicanos se debe considerar positivo, porque podrán compartir su experiencia del futbol de Europa con los jugadores de la Liga Mx, entrenadores y directivos, al final nos enriquecemos con ese conocimiento.

Apuntó que ante la ausencia de la participación en torneos como la Copa América y Libertadores sería conveniente que los clubes de la Liga Mx hagan convenios con planteles de Europa para aumentar la exportación de jugadores.

Agregó que también será necesario que los clubes mexicanos brinden facilidades para que los jugadores puedan migrar a Europa. Eso implica que estén dispuestos a bajar costos y también que el jugar piense en la ganancia que puede tener largo plazo, no sólo en lo económico.