La decisión de la Comisión Reguladora de Energía de retrasar cinco años más que Petróleos Mexicanos (Pemex) produzca y comercialice diésel de ultrabajo azufre, conocido como Duba, fue correcta, no únicamente porque se acerca a la realidad energética del país, sino porque comienza a disipar la incertidumbre en la industria, aseguró Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact).

En entrevista, comentó que para entender esa situación es necesario recordar que Pemex Transformación Industrial estaba amparada para no cumplir con la Norma Oficial Mexicana-016-CRE-2016, por lo que la decisión del órgano regulador sólo hizo un ajuste para apegarse a la realidad energética del país.

Señaló que Pemex es el principal abastecedor de diésel en el país, con 75 por ciento, pero sólo estaba obligado a suministrar a 18 por ciento de municipios de México con Duba, lo cual causaba incertidumbre jurídica al sector energético y a la industria automotriz, así como a fabricantes de transporte pesado.

Detalló que en meses recientes ha caído la renovación de la flota por la incertidumbre que generó la falta de Duba en el país, aunado a factores como el robo de camiones pesados y el tipo de cambio.

Sin embargo, no tener asegurado que para el año siguiente el país ya contaría con dicho combustible, que es más amigable con el medio ambiente, causó falta de certeza y algunas inversiones comenzaron a detenerse, como es el caso de la industria de las autopartes para tractocamiones, pues desconocían cuál tipo de tecnología producirían las empresas y, por tanto, las líneas de fabricación se paran.