Viernes 27 de diciembre de 2019, p. 17
Hong Kong. Por tercer día consecutivo, policías y manifestantes opositores se enfrentaron ayer en las cercanías de centros comerciales particularmente frecuentados en esta época de fiestas en Hong Kong. Los inconformes se reunieron en diferentes plazas para corear consignas contra el gobierno con la finalidad de interrumpir la actividad económica de la megalópolis.
En el barrio de Tai Po la policía antidisturbios utilizó gas pimienta y pintura azul –destinada a señalar a sospechosos– contra decenas de manifestantes vestidos de negro, constató la agencia de noticias internacionales Afp.
Los uniformados detuvieron a varias personas en este punto, reportó la emisora pública RTHK. Algunos restaurantes y tiendas del centro comercial bajaron sus persianas mientras los manifestantes, algunos con pasamontañas y banderas negras, machaban y pegaban carteles con la consigna: Hong Kong libre, revolución ya
.
La asistencia a esta jornada de movilizaciones fue menor que en los dos días anteriores, pero decenas de policías antidisturbios también patrullaron en las cercanías de los centros comerciales en la península de Kowloon y en los nuevos territorios rurales. Algunos oficiales entraron a las plazas para observar a los manifestantes.
Las protestas por las compras
, bautizadas así por los inconformes, se han centrado desde la Nochebuena en los centros comerciales de toda la ciudad gobernada por China, y en la mayoría de los casos han terminado en enfrentamientos con la autoridad.
La violencia había disminuido desde hace un mes en la ex colonia británica, pero en Internet se hicieron llamados a realizar acciones contundentes durante el periodo de Navidad y Año Nuevo, en especial en los barrios donde se concentran los grandes almacenes.
Para el movimiento opositor se trata de una forma de trastocar la economía y de presionar a Pekín y al gobierno local, que rechazan hacer concesiones. La jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, acusó a los alborotadores irresponsables y egoístas
de haber afectado las fiestas.
En la víspera de Navidad, cientos de activistas se enfrentaron durante horas a las fuerzas de seguridad en el centro comercial de Tsim Sha Tsui, uno de los barrios con tiendas más animados de la ciudad. El miércoles se vieron las mismas escenas en el barrio de Mong Kong, igualmente un lugar conocido para ir de compras.
Estas protestas comenzaron en Hong Kong hace más de seis meses en respuesta a un proyecto de ley que habría permitido las extradiciones a China continental, donde los tribunales están controlados por el Partido Comunista. La iniciativa fue retirada, pero eso no calmó las protestas.