Docentes y directivos de bachillerato consideran que entre los principales desafíos a su labor educativa están la apatía y la falta de motivación de los jóvenes, el manejo socioemocional que tienen, la falta de interés de padres o tutores en el desempeño de los alumnos y los problemas que enfrentan en su ambiente familiar.

De acuerdo con los resultados del cuestionario de contexto y detección de necesidades formativas de profesores de bachillerato, aplicado por la Subsecretaría de Educación Media Superior mediante la Coordinación Sectorial de Desarrollo Académico, la carga de trabajo administrativo, la falta de tiempo para procesos de formación, el salario y el nulo reconocimiento social también son obstáculos para el mejor desempeño en las aulas.

Además, entre sus preocupaciones también se incluyen la falta de material y de equipo en los salones de clase, el poco involucramiento de los padres en la formación de los hijos y la cantidad de alumnos en el aula.

La encuesta, en la que participaron 57 mil 951 docentes y 2 mil 875 directores de subsistemas federales, estatales y autónomos para conocer el contexto, trayectoria y necesidades de formación, revela que al menos 13.6 por ciento de los profesores experimentan estrés de forma frecuente o muy frecuentemente por su labor educativa; 25.3 por ciento dijeron sentirse frustrados o muy frustrados cuando no logran los aprendizajes esperados en sus alumnos, aunque 70 por ciento aseguró sentirse feliz y optimista por su tarea como educador.

En cuanto a los programas de formación continua, si bien nueve de cada 10 maestros encuestados sostuvieron que participan en ellos, 30.8 por ciento consideró que pocas veces o nunca cumplen los objetivos de formación, actualización o capacitación, principalmente porque no se considera el contexto institucional, los temas no responden a los intereses de los docentes o porque son obligados a tomarlos.

A pesar de que 81.3 por ciento de los educadores consideran relevante para su práctica docente participar en los programas de formación continua, 36.2 por ciento indicó tener limitantes para acudir a ellos debido a la carga laboral, lo que le impide tener tiempo libre para su formación; 18.4 señaló aspectos personales, y 18.2 por ciento sostuvo que falta apoyo de las autoridades educativas para impulsar su formación.