Madrid. La Real Federación Española de Futbol (RFEF) decidió aplicar una multa de mil 500 euros (mil 662 dólares) y un aviso de cierre del Camp Nou al club Barcelona, luego de los incidentes que marcaron el clásico contra el Real Madrid el pasado miércoles.

El Comité de Competición de la RFEF indicó ayer mediante un comunicado de prensa publicado en su página web que adoptó esta sanción contra el conjunto azulgrana por alteración del orden grave durante un partido.

La decisión es la estricta aplicación del artículo 101.2 del código disciplinario de la RFEF, que indica que será considerada como infracción grave y será sancionado con una multa de hasta 3 mil euros y apercibimiento de clausura, el lanzamiento de varios balones, o de cualquier otro elemento al terreno de juego procedentes de la grada, con independencia de si el juego está o no detenido.

El partido más seguido del mundo (unos 650 millones de telespectadores en todo el planeta, según la Liga de España) se vio interrumpido al minuto 55 durante 90 segundos debido al lanzamiento, por parte del público, de balones amarillos al terreno de juego, indicó el árbitro del juego, Alejandro Hernández Hernández, en el acta.

La aparición de las pelotas en la cancha fue parte de una protesta contra el encarcelamiento de los líderes separatistas catalanes.

El partido, que terminó en un empate sin goles y que originalmente estaba previsto para el 26 de octubre, pero que fue pospuesto por razones de seguridad tras las masivas manifestaciones en Barcelona, tuvo lugar en medio de una gran protesta independentista en las afueras del Camp Nou convocada por la misteriosa plataforma Tsunami Democràtic.

En el entretiempo del encuentro, manifestantes se enfrentaron a la policía levantando barricadas y tirando objetos a los agentes, que dispararon proyectiles de foam, mientras en el interior del estadio se pedía al público evitar, a la salida, el lugar de los enfrentamientos.