La consulta indígena sobre el Tren Maya estuvo apegada al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y no será la única que se verifique en torno a este proyecto de desarrollo, aseguraron Luis Hernández Palacios-Mirón, titular de la Procuraduría Agraria, y Alejandro Chanez Ortiz, visitador especial de la dependencia.

En un desayuno de fin de año, Hernández Palacios-Mirón detalló que después vendrá una etapa particular en que contando con el proyecto ejecutivo ya en la definición precisa de los términos de construcción, tendrá que llevarse a cabo una consulta particular en cada uno de los tramos.

Añadió que finalmente, tendrán que llevarse a cabo las asambleas de los núcleos agrarios cuando sus tierras tengan alguna forma de participación en el proyecto para definir la forma en que se van a incorporar.

Chanez Ortiz expuso que yo creo que sí, en principio sí cumplió con los criterios de la OIT, respecto a ser previa, libre, informada y culturalmente adecuada, y descartó que pueda haber algún rechazo generalizado posterior al ejercicio consultivo.

Luego de reconocer que existen sectores que no están de acuerdo con el megaproyecto, el procurador agrario resaltó el interés en la obra. La participación en las asambleas fue extraordinariamente amplia, muy participativa. Tuve la oportunidad de estar en una de las localidades, la adhesión era espontánea y todo lo que pedían era más tren.

Aseveró que en general los habitantes de las zonas involucradas señalaron que queremos más estaciones, más lugares de parada; queremos que nuestros pueblos se conecten con vialidades a los lugares, queremos que nos den oportunidad de que en las estaciones dispongamos de espacios para la oferta de nuestros productos artesanales o agropecuarios; queremos tener participación en la obra y en el manejo del tren; queremos participación y queremos que se respete la selva.

El procurador agrario precisó que la consulta no se limitó a la construcción de un tren, sino que fue más allá.

Es muy importante detallar que la consulta no era dirigida a la construcción de un tren, la consulta es sobre un proyecto de desarrollo, y tiene como una de sus líneas fundamentales de aplicación, la construcción de un tren y la edificación de las estaciones en los lugares de abastecimiento del tren para que, a partir de ello, las comunidades de los pueblos originarios expresaran sus opiniones, sus solicitudes y en algún sentido sus demandas sociales en relación con su participación en el proyecto, obras de conectividad, obras de desarrollo urbano y regularización de la tierra.