Washington. El ex director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) James Comey reconoció ayer que un informe del inspector general del Departamento de Justicia encontró un verdadero desorden al vigilar a un ex asistente de la campaña de Donald Trump. Agregó que se equivocó al confiar demasiado en la forma en que se manejó la investigación sobre Rusia.

El ex funcionario reconoció que sentía algo de reivindicación porque el informe no encontró evidencia de las afirmaciones más escandalosas de Trump, como cuando dijo que lo espiaban y que la FBI había cometido traición al investigar los lazos entre Rusia y su campaña presidencial de 2016.

Hay que recordar cómo llegamos aquí, comentó Comey ayer en una entrevista en Fox News Sunday. La FBI fue acusada de conducta criminal. No hay que olvidar que yo iba a ir a la cárcel con muchas otras personas.

Comey, a quien Trump despidió en 2017, indicó que el inspector general no encontró mala conducta en el personal de la FBI, no encontró sesgo político, no encontró conducta ilegal. Los errores significativos que el inspector general identificó no se deben ignorar, pero tampoco es evidencia de mala conducta intencional, subrayó.

El informe del inspector Michael Horowitz concluyó que la FBI abrió la pesquisa sobre Rusia por una razón legítima y que no tuvo motivos partidistas. Pero el reporte dado a conocer la semana pasada también encontró errores y omisiones importantes en las solicitudes que la FBI presentó para espiar al ex asistente de campaña de Trump Carter Page.

El ex director de la FBI afirmó que Page “fue tratado de manera injusta. Es ciudadano de Estados Unidos, y su nombre nunca debería haberse hecho público, eso es un ultraje.

Hubo negligencia real, 17 cosas que deberían haber estado en las solicitudes o al menos deberían haber sido discutidas y calificadas de manera diferente no es aceptable, señaló Comey.

En otro asunto, Estados Unidos expulsó en secreto a dos funcionarios de la embajada china en septiembre después de que trataron de ingresar a una base militar en Virginia, informó el New York Times.

El periódico, que citó a personas con conocimiento del episodio, publicó que sería la primera vez en más de 30 años que Washington expulsa a diplomáticos chinos por sospecha de espionaje.

Se cree que al menos uno de los diplomáticos era oficial de inteligencia que operaba encubierto, señaló el diario.