Londres. Al grito de No racismo, no Boris Johnson, cientos de personas salieron desde la noche del viernes hasta la madrugada de ayer a las calles principales de esta capital para manifestarse contra los resultados de las elecciones parlamentarias británicas, en que arrasaron el primer ministro y el Partido Conservador.

Los manifestantes, muchos de ellos con el rostro cubierto, se enfrentaron a la policía metropolitana entre gritos y empujones, mientras las autoridades intentaban contener las protestas y evitar su avance por las calles de Downing y Whitehall.

El centro de Londres estaba repleto de pancartas contra la victoria del líder del Partido Conservador y relecto primer ministro, Boris John­son, mientras los manifestantes exclamaban consignas como: No mi primer ministro o Boris, Boris, Boris: ¡Fuera!.

El diario local The Sun reportó que las autoridades confirmaron la detención de un manifestante que dañó una patrulla en Trafalgar Square, aunque no emitió informe sobre el saldo de arrestos.

Los mensajes de los manifestantes expresaron descontento por la tendencia antimigrante de las políticas de Johnson; y el racismo que los opositores al dirigente consideran ha propagado el Partido Conservador en Reino Unido.

En Glasgow, los medios locales reportaron la presencia de miles de personas en las calles más importantes de la ciudad, protestando por el cierre de fronteras a los refugiados y la incertidumbre ante las próximas reformas al sistema de salud.

La policía tuvo dificultades para contener las protestas contra el resultado electoral del pasado jueves, el Partido Conservador arrasó con 365 diputados en una cámara de 650 escaños, mientras el Laborista consiguió 203, el independentista Partido Nacional Escocés 48, el Liberal Demócrata 11, los Verdes uno y otros partidos 22, según los resultados finales.

Johnson inició una gira por los territorios del norte de Irlanda ganados por los laboristas para buscar aliviar las tensiones políticas y sociales, principalmente por su inminente plan de sacar a Gran Bretaña de la Unión Europea el próximo 31 de enero.

Imagino a los electores con sus bolígrafos, dudosos ante las papeletas de voto, antes de poner una cruz en la casilla de conservadores, narró Johnson en un discurso en un club local de cricket ante una muchedumbre de partidarios y algunos de sus nuevos diputados.

Sé que la gente ha roto con tradiciones de voto ancladas desde hace generaciones al sufragar por nosotros, agregó y prometió a los electores devolver la confianza que han depositado en él.