Los peritajes de la Procuraduría General de Justicia, del Instituto Politécnico Nacional y de la Fiscalía del Ejército concluyeron que la bala que mató a la estudiante Aideé Mendoza salió de un arma Glock 9 milímetros, la cual fue accionada dentro del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente, informó la procuradora Ernestina Godoy Ramos.

Un presunto traficante robó la pistola a un policía preventivo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y habría hecho el disparo, aunque las autoridades no tuvieron elementos ni testigos para demostrar que el sujeto disparó el arma, cuya bala alcanzó a llegar al salón del edificio P donde la joven del sexto semestre estaba en clases de matemáticas.

La recién designada fiscal dijo que el sujeto fue aprehendido 15 días después del incidente –ocurrido el 29 de abril–, pero lamentó que sólo se encuentre preso por los delitos de robo con violencia y narcomenudeo, porque no hay pruebas que demuestren que disparó.

Sólo existe evidencia de cámaras de videovigilancia en las que se observa al sujeto en las inmediaciones del CCH. En otras imágenes se le ve asaltar a conductores de la empresa Bimbo.

El disparo efectivamente está dentro de las instalaciones del CCH. Todo esto la familia lo sabe, sobre todo el papá y la mamá, quienes han estado informados de todo. Nosotros no quisimos salir en ese momento porque yo quería salir y decir ya detuvimos a alguien y tenemos a alguien detenido, porque fue acusado de robar una pistola 9 milímetros, comentó.

Godoy mencionó que no hay testigos ni forma que permitan al agente del Ministerio Público presentar al sujeto ante un juez a fin de vincularlo a proceso por su responsabilidad en la muerte de la estudiante.

Después de que pasó mucho tiempo del incidente se presentaron unos 15 trabajadores de la UNAM a las instalaciones de la PGJ a fin de reconocer al sujeto a través de una cámara de Gesell, pero todos dijeron no haberlo visto.