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Crisis política en el gobierno de BC por escándalo de sobornos
La Jornada Baja California
Periódico La Jornada
Domingo 8 de diciembre de 2019, p. 23

Tijuana, BC., Dos días antes de cumplir un mes en el gobierno, Jaime Bonilla tuvo que pedir la renuncia a su secretaria de Bienestar, Cynthia García, y al oficial mayor del estado, Jesús Núñez Camacho, en medio de un escándalo de corrupción que tiene al secretario de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, sentado en el banquillo de los acusados, no sólo por la opinión pública.

La Secretaría de Honestidad y la Función Púbica abrió una investigación al equipo de funcionarios que pidió a un empresario 20 millones de pesos a cambio de un contrato millonario como proveedor.

La crisis política del gobierno de Baja California llegó este fin de semana con las grabaciones donde Cynthia García habla con Rosendo Colorado (intermediario en la transacción con el empresario) sobre el modus operandi; facturas de los Cadillac que compraron y conversaciones de WhatsApp circulando en las redes sociales y los medios de comunicación. Tanto que el gobernador debió emitir anoche un llamado a la población para que se mantenga la calma.

Amador resultó más cabrón que bonito

Amador resultó más cabrón que bonito, le dice Cynthia a Colorado, en un mensaje de texto que ya forma parte del expediente que abrió la dependencia estatal correspondiente y que este viernes publicó el semanario Zeta.

En esa conversación intercambian datos sobre cuándo se terminarán de hacer los pagos de los presuntos sobornos y se quejan porque al parecer Rodríguez Lozano se quedó con todo lo pagado por el primer contrato y a ellos les tocará hasta el segundo.

Rodríguez Lozano, en conferencia de prensa en Mexicali, hizo una serie de acusaciones. Su primer objetivo fue el diputado local y ex panista Miguel Ángel Bujanda –quien ahora juega en una can-cha de Morena–. Dijo: pidió un millón de pesos para votar en favor de la solicitud que hizo esta semana el gobernador al Congreso para que le autorice refinanciar 12 mil 320 millones de pesos de la deuda de Baja California”.

Habló de posibles desfalcos en varias dependencias durante la pasada administración y se fue en contra de la codirectora del semanario Zeta, hizo comentarios de su vida personal, a lo que Adela Navarro le respondió que lo acusaría ante instancias internacionales defensoras de periodistas.

Más tarde la oficina de prensa del gobernador difundió un comunicado en el que el mandatario hacia un llamado a la población para que se mantenga la calma en momentos que son difíciles, y ante lo que se ha difundido en torno al supuesto acto de corrupción en el que son señalados ex funcionarios de su administración; convoca a esperar los resultados de la investigación que en su momento ordenó.

En el mismo documento, reitera su respeto a los periodistas de Baja California y a la libre expresión.

El sábado por la mañana, Rodríguez Lozano publicó en su página de Facebook un video disculpándose con la periodista por sus comentarios que podrían ser interpretados como misóginos, dijo.

Los dejan ir en retén con casi $5 millones en efectivo

Esta historia empezó unos días antes de que Bonilla Valdez tomara posesión como gobernador, cuando detuvieron en el retén militar de El Centinela –a 20 kilómetros de Mexicali– a Einar André Hernández Garza con 4 millones 700 mil pesos en efectivo en la camioneta de Cynthia.

Los mandos militares se comunicaron conmigo, dijo a La Jornada Baja California Jaime Rojo, subdelegado federal regional en la capital del estado.

De inmediato –apuntó Rojo– consiguió el teléfono de Cynthia García Soberanes, en ese momento futura secretaria de Bienestar. La llamó, al otro lado de la línea, ella especificó el monto a Rojo y reconoció saber del tema.

Me dijo que eran recursos para comprar prótesis, después, con las primeras investigaciones se supo que era dinero ilícito, refiere el subdelegado cuando se le pregunta por qué Hernández Garza pudo seguir su camino con casi 5 millones de pesos en efectivo.

–¿Cuál era el procedimiento? ¿Por qué lo dejaron ir?

–El procedimiento correcto era detenerlo ahí. Pero ocurrió que su jefa dijo como justificación que era para adquirir prótesis y se les otorgó como una ‘cortesía’.